Manlio propone legislar sobre Gobiernos de Coalición.- El sonorense define ante diputados y senadores perredistas la importancia de que el Congreso de la Unión cincele en leyes esa realidad que se asoma al futuro inmediato del país, para que los compromisos de campaña entre partidos no se conviertan en palabras de humo.- Que los gobiernos por venir, decididos por la ciudadanía, no sean hacedores de hombres únicos y providenciales…
Bernardo Elenes Habas
El sonorense Manlio Fabio Belrones, muestra su preocupación por el horizonte futuro del país, cuya gobernabilidad está en riesgo.
Durante la plenaria de legisladores del PRD, el pasado 28 de enero en la Ciudad de México, aportó su experiencia y madurez política, no en pos de cargos de representación popular ni en confrontaciones ideológicas entre partidos, sino sopesando, desde su aguda visión como observador y partícipe en los movimientos sociales y políticos que han sacudido a México en los últimos años.
“Necesitamos –dijo, ante diputados y senadores perredistas- reglamentar las Coaliciones de Gobierno y hacerlas efectivas, (porque) no es lo mismo tener reglas claras a confiar en la memoria del triunfador”.
Su intuición política, quehacer al que le ha dedicado toda su vida y que le permite construir escenarios en base a silogismos del pasado y del presente, lo obliga históricamente a compartir su visión de futuro, cuando se vislumbra que ningún partido desde la soledad de sus siglas y declaración de principios llegará a ocupar la dirigencia de la nación, sino que ese sitial tendrá que ser para los institutos políticos que sepan conjugar esfuerzos y voluntades, poniendo esas premisas al servicio de los electores, del pueblo de México. Y ese avistamiento incluye a Morena y a los demás partidos, grandes y chicos.
Por eso planteó Beltrones Rivera ante los legisladores perredista de entrada, pero con disposición de que sus premisas se multipliquen y sean escuchadas por quienes conforman el alma y la palabra del Congreso de la Unión, catedral plural que puede hacer historia, dando carácter de ley a los Gobiernos de Coalición, que serán inevitables.
Es decir, que no solamente existan los compromisos de palabra durante las campaña, tiempo en que los partidos unifican sus capacidades de luchas electorales para buscar un triunfo colectivo, y que después, como ha sucedido muchas veces, esos pactos se vuelven humo, cuando debiera lograrse con grandeza nacionalista que quede contemplada, escrita, la obligatoriedad del cumplimiento para bien de la Patria, sus familias, sus sectores, su esencia ciudadana plural e incluyente, teniendo como piedra de toque el bien común.
Cala hondo entre la ciudadanía pensante, la que no está inoculada por el veneno del odio y la polarización, la propuesta de Manlio, porque sopesa que los gobiernos que los votos decidan proximamente para el país, no tengan como eje a hombres y mujeres únicas y providenciales, como alguna vez alertó otro sonorense, Plutarco Elías Calles, sino la esencia sustantiva del alma de una sociedad dinámica y diversa que enarbola como bandera la libertad…
Le saludo, lector.
