El Roger, modela el nuevo rostro del PRI.- Al tomar las riendas de su partido, las corrientes de opinión eran adversas, auguraban que solamente apuraría los clavos que cerrarían el ataúd de su instituto.- Hoy comienza a rendir fruto su trabajo a ras de tierra.
Bernardo Elenes Habas
Contra viento y marea, Rogelio Díaz Brown recorre todos los rincones de Sonora. Lleva la nueva semilla del PRI, y la siembra, juntando sus manos a las de los habitantes de esos espacios, en tierra pródiga, en conciencias altas que sueñan y actúan en plural.
Al principio, cuando El Roger tomó las riendas de su partido, las corrientes de opinión le eran adversas. Pronosticaban cada uno de sus pasos con el augurio del fracaso. Le decían que solamente estaba apurando colocar los clavos que cerrarían el ataúd del PRI.
Pero Díaz Brown, serio y definido, con sangre de fundadores del Valle del Yaqui corriendo por sus venas, no se arredró, continuó desmontando, delineando los surcos de la parcela, dejando caer amorosamente la semilla de una nueva visión de política, “al estilo Sonora”, decía. Y sí, al estilo Sonora con obstinación y visión de grandeza. Sin temerle al sol despiadado del desierto, a las lluvias torrenciales de agosto, al frío de diciembre y enero, y sí esperando la cosecha colectiva del esfuerzo cuando florecen las espigas bienhechoras que se reparten en todas las manos y en todas las conciencias.
Y ahí va El Roger junto con Iris Sánchez Chiu y Emeterio Ochoa Bazúa, y por supuesto los integrantes del Comité Directivo Estatal, poniendo en pie de lucha y de esperanza, las estructuras municipales de su PRI, el que acusa ahora un nuevo rostro y comienza a tomar dimensión para conformar su frente de batalla al lado del PAN y del PRD, en un estratégico movimiento que podría dar muchas sorpresas durante el proceso electoral del 2024.
Pronto hará, Rogelio, un recuento general de los comités municipales reestructurados en la entidad, pero también del tejido de organizaciones de hombres, mujeres, obreros, campesinos, estudiantes, profesionistas, que reafirman su sentido de pertenencia al Partido Revolucionario Institucional, y que sin temores, darán en forma frontal la batalla que se avecina, demostrando desde ahora que están de pie y que los enfrentamientos electorales se ganan con el trabajo a ras de tierra, construyendo y uniendo sin odios, no con el discurso y la propaganda que brotan de la nada por la magia de los tiempos…
Le saludo, lector.
