¿ISSSTE del Bienestar?

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El tema de salud sin duda, siempre nos da de que hablar. Desde el desabasto de medicamentos hasta la construcción ultra lenta de algunos hospitales e incluso problemas en los mismos como el caso de un elevador. Un tema bastante complejo y aún pendiente en la agenda de gobierno.

El acceso a la salud también incluye medicamentos de calidad, seguros, eficaces y asequibles, a la vez que se asegura que el uso de esos servicios no expone a los usuarios a dificultades financieras, en particular a los grupos en situación de vulnerabilidad. Para ello se requiere la definición e implementación de políticas y acciones con un enfoque multisectorial para abordar los determinantes sociales de la salud y fomentar el compromiso de toda la sociedad para promover la salud y el bienestar. El seguro de salud del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) reportó un déficit de 9 mil 321 millones de pesos en 2022. Para cubrir las necesidades en este rubro, este año hará uso de su reserva financiera, pero se agotará en los siguientes cinco. Es decir, a partir de 2029 necesitará de recursos adicionales para continuar con la prestación de servicios médicos, de acuerdo al Informe Financiero y Actuarial 2023. El estudio señala que el mayor peso económico proviene de los pensionados por una alta prevalencia de enfermedades crónicas, principalmente diabetes, hipertensión arterial y cáncer. Los ingresos actuales apenas alcanzan para cubrir una tercera parte de los gastos de la atención de estos males. Cabe señalar que en 20 años se duplicó el número de pensionados. De representar 4% del total de derechohabientes en 2002, pasó a 10% en 2022 y seguirá en aumento, según cálculos del informe. Mientras, los trabajadores activos, que realizan las mayores aportaciones al seguro de salud, se mantuvieron constantes en el mismo lapso, en un promedio de 23% del total de derechohabientes del ISSSTE. El resto, 67% son los familiares de los asegurados activos y pensionados. En total, son beneficiarios del instituto 13 millones 732 mil 327 personas, de las cuales 3 millones 158 mil 54 son trabajadores activos y un millón 312 mil 775 son pensionados. Otro factor que incide en la situación financiera del instituto es la menor proporción de trabajadores adultos jóvenes (de 20 a 29 años de edad). A nivel nacional, este grupo representa 16.5% de los habitantes, mientras entre los asegurados del instituto son menos de 4%. Es decir, el ISSSTE es una población de adultos mayores. El seguro de salud se financia a través de las cuotas y aportaciones, que equivalen a 11.47 por ciento del sueldo básico de los trabajadores, más la cuota social a cargo del gobierno federal. En 2022, el seguro de salud tuvo ingresos por 78 mil 398 millones de pesos y los gastos fueron 87 mil 719 millones de pesos. Así, el resultado de operación fue un saldo negativo de 9 mil 321 millones de pesos. El organismo, que en octubre cumplirá 64 años de existencia se encuentra planeando ya una estrategia de “supervivencia” y la verdad es que le urge ya un tratamiento paliativo, ya que su destino no es muy favorable dadas las condiciones precarias de sus unidades, el aumento de enfermedades crónicas y sus complicaciones que cuestan muchísimo tratarlas o dedicarse a un modelo biomédico curativo y no preventivo, y el tema de pensiones que tienen al organismo en decadencia, un rezago de inversión en infraestructura y equipo médico, lo que ha generado la dependencia de servicios subrogados y tercerización de los mismos.

Para empezar, el envejecimiento de la población no es un argumento válido para sostener que las pensiones no alcanzan, porque así como aumenta el número de personas de la tercera

edad, también aumenta el número de jóvenes en edad de trabajar. De hecho, la natalidad mexicana está en la media mundial, entonces ¿qué está pasando? Una respuesta es la precariedad laboral, es decir, el problema es que no haya jóvenes, sino que los trabajos que se crean son precarios, por lo mismo no tienen derechos laborales como la seguridad social, por ende, el número de aportaciones nunca puede aumentar porque a los jóvenes no se les inscribe en el Instituto. ¿Qué sucederá? ¿Una fusión con IMSS, quizá? ¿ISSSTE Bienestar? No sería sorpresa escuchar alguno de estos temas en los próximos meses o futuro no muy lejano para subsanar el tema económico que tiene agonizando a la institución y su seguridad social para con los trabajadores.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora

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