
Poema de domingo.- La parcela labrantía de Cajeme, produce poetas, músicos, escritores, pintores, actores, danzantes, que le dan brillo y dignidad a sus raíces. En los días recientes alumbran el devenir de la comunidad, los reconocimientos para la Maestra de Música Ana Linda Ruiz Quezada y el poeta de amplia producción Juan Manz Alaniz, asimismo la figura y la obra del escritor y periodista Carlos Moncada Ochoa, labor que sostiene desde 1953 cuando se inició como reportero en Diario del Yaqui, manteniendo una siembra vastísima, histórica y literaria, hasta la fecha, y que trascendiera al Festival Cervantino. Y, por supuesto, es preciso recordar a Bartolomé Delgado de León, el activismo cultural de la poeta Irma Arana, el trabajo en pro de la música, el canto y la cultura en general de la profesora Irma Anduaga, el reciente libro Historia de la Música Moderna, de Andrés González Prieto, la difusión de cultura y tradiciones de la Tribu Yaqui, realizada durante muchos años por Santos García Wíkit, hasta su muerte; de igual manera Alberto Macías, poeta y periodista del Heraldo del Yaqui en la década de los 40, fortaleciendo raíces; entre muchos valores que ligan sus actividades con la literatura y el arte en general, y que son parte del horizonte creativo de Cajeme.
Bernardo Elenes Habas
Semillas de luz germina
el valle de mis mayores,
que mi sendero iluminan.
¿Cómo no sentir orgullo
de mi gente que ama y vibra,
si aquí la canción encanta
en las cuerdas de una lira?
El verbo también florece
en el pecho de mi pueblo,
donde el yori y el yoreme
siembran voz en sus parcelas.
Es la hora de la fe,
de unir amor y conciencia
con humildad y constancia
por lo que brota y se ve,
por los triunfos elocuentes
de quienes arte cultivan
y gritan con insistencia:
¡Cajeme, tú eres mi vida!
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