En Cajeme, el valor del voto será para los candidatos, no para los partidos.- Así comienza a sopesarse entre la ciudadanía, luego de las giras de los aspirantes al Senado de la República, Manlio Fabio Beltrones, Lorenia Valles, Célida López.- Manlio propone enfrentar la realidad preocupante que vive el campo.- Lorenia trabaja por el segundo piso de la cuarta transformación.- Célida, está empeñada en destruir los puentes que extienda Manlio.
Bernardo Elenes Habas
Recorrió, el pasado fin de semana, Manlio Fabio Beltrones caminos que ya conoce en el sur de Sonora. Es que ahí están sembradas sus huellas desde hace tiempo, cuando fue senador, gobernador, diputado.
Se reunió, como candidato al Senado de la República por la alianza Fuerza y Corazón por México, con campesinos, productores, pescadores, mujeres, y abrió ante los oídos ávidos, los rostros que se juegan el último rayo de esperanza, sus propuestas, por las que se empeñará en que se conviertan en puentes desde el alma atribulada de muchos sonorenses, hacia el Congreso de la Unión y futuras dependencias de la próxima estructura nacional de gobierno.
También lo hicieron la abanderada de Morena, Lorenia Valles, y del PT, Célida López, sólo que las exposiciones de Lorenia no fueron para dar respuesta a los problemas que vienen haciendo llaga por la violencia y el daño a la productividad de los sectores del sur de la entidad, donde se vive la incertidumbre de un campo abandonado a su suerte, que comienza a enfrentar, también, el fantasma de la sequía, sino a posicionar el segundo piso de la cuarta transformación, afianzando la bandera de la candidata a la presidencia de la República Claudia Sheinbaum. Y en el caso de Célida, vino a clavar el hacha de guerra en contra de Beltrones, dejando claro que es su único y primordial objetivo.
Esas señales ya las registró la ciudadanía, la que comienza a guardar en sus alforjas las premisas con las que construirá el silogismo que definirán el peso, la forma y el fondo de su voto el 2 de junio. Y, así, al tenor de las campañas, seguirá acumulando experiencias, vivencias, testimonios que le permitan tomar la decisión correcta llegado el momento, apelando al enunciado de que el voto es secreto y libre y que nadie podrá reprocharles ni amenazarles por ejercer el dictado de su conciencia…
Las campañas, pues, acaban de iniciar, y poco a poco irán madurando hasta alcanzar plenitud con la inclusión de las planillas por las presidencias municipales, como es el caso de Cajeme, donde el candidato a vencer es indiscutiblemente Javier Lamarque, y donde se pondrá a prueba la fortaleza de los demás partidos con sus propuestas, decisión que deberá ser muy sabia, considerando que no hay incógnitas y saben que se enfrentan por la alcaldía a un personaje que ya tiene un espacio positivo en la conciencia de las familias, por lo que muchos, miles de sufragios le apostarán al fortalecimiento de las vialidades, a la apertura para las inversiones que se traduzcan en creación de empleos, a los proyectos que están en pausa para darle nueva dimensión turística y social al área de la laguna del Náinari, a la creación de una Ciudad Universitaria cuyas banderas defenderá principalmente la juventud, y a la lucha consistente para que el tejido social se reconstruya y el corazón de Cajeme logre y viva la paz que anhela.
Esto apenas comienza, y bien puede decirse que en Cajeme, ahora, el peso, el valor, la forma y el fondo de los votos se conjugarán sobre la personalidad y el trazado político y humano de los candidatos, no de los partidos.
Le saludo, lector.
