El cruce de las calles Cananea y Lago Superior en Ciudad Obregón se ha convertido en una zona de alto riesgo para automovilistas y peatones. En este punto, la imprudencia al volante y el incumplimiento de los señalamientos de tránsito son problemas recurrentes que han llevado a múltiples accidentes.
Con solo permanecer 20 minutos en este cruce a cualquier hora del día, queda en evidencia el peligro que representa. Los conductores parecen ignorar el propósito del semáforo preventivo amarillo y, en lugar de disminuir la velocidad, muchos optan por acelerarse o cruzar cuando la luz ya ha cambiado a rojo. Este patrón de conducta imprudente pone en peligro la integridad de quienes circulan por la zona, incluyendo a peatones que buscan cruzar con seguridad.
Vecinos y comerciantes de los alrededores han expresado su preocupación reiteradamente, señalando que se trata de un problema crónico que demanda la atención de las autoridades municipales de tránsito. La instalación de mayor vigilancia, cámaras de monitoreo o rediseños en la estructura de la intersección podrían ser medidas iniciales para mitigar los riesgos que hoy son evidentes.
Ante los frecuentes accidentes, es urgente que se tomen cartas en el asunto. La seguridad vial en el cruce de Cananea y Lago Superior no solo es responsabilidad de los conductores, sino también de las autoridades encargadas de velar por la integridad de la comunidad. Implementar campañas de concienciación, reforzar la señalización y aplicar sanciones a quienes transgredan las normas de tránsito podrían ser parte de la solución para un problema que persiste si no se actúa de manera inmediata.
