En la ciudad de Hangzhou, uno de los centros tecnológicos más avanzados de China, se encuentra el Regent International, una colosal estructura de 39 pisos que se ha convertido en un fenómeno urbano por su capacidad para albergar diariamente a más de 22 mil personas, superando incluso la población de muchas ciudades pequeñas del mundo.

Originalmente diseñado como un lujoso hotel de cinco estrellas con suites panorámicas y servicios de alta gama, el complejo cambió radicalmente de propósito ante la creciente demanda de vivienda en la región. El resultado fue su transformación en un gigantesco edificio de uso residencial, marcando un giro inesperado hacia la densificación urbana extrema.
Con más de 260 mil metros cuadrados de construcción, el Regent International destaca por su diseño en forma de “S”, pensado para optimizar la ventilación y el ingreso de luz natural. Desde lejos, su fachada de vidrio azul le da una apariencia elegante y futurista, pero al observar de cerca, se descubre un entorno cotidiano y saturado: balcones con ropa tendida, plantas, muebles improvisados y señales de vida apilada.
Este edificio, considerado por muchos como un experimento social y arquitectónico, refleja los desafíos que enfrentan las grandes ciudades chinas ante la presión del crecimiento poblacional, los altos costos del suelo y la necesidad urgente de soluciones habitacionales.