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Un estudiante de aviación voló 270 kilómetros en una hora, sin gastar combustible, y una voz misteriosa tomó el control de la radio. 49 años después, el caso sigue sin explicación.


Nota periodística:

Ciudad de México, julio de 2025 — ¿Puede un piloto volar cientos de kilómetros en una avioneta sin gastar combustible, sin recordar nada, y que otra voz —no la suya— hable por él a la torre de control? Esto no es parte de una película de ciencia ficción, sino un caso real registrado en México el 21 de junio de 1976. Casi cinco décadas después, el misterio de Rafael Pacheco Pérez sigue estremeciendo a quienes lo conocen.

Rafael, entonces un estudiante de aviación de 20 años con solo 52 horas de vuelo, despegó de la Escuela de Aviación de México en Chimalhuacán. La ruta era sencilla: un ejercicio de práctica a baja altitud. Pero lo que ocurrió a continuación aún desconcierta a expertos y escapa a cualquier lógica aeronáutica.

Una hora perdida y una voz que no era humana

A los pocos minutos del despegue, la torre de control perdió contacto con Rafael. Durante casi una hora, no hubo señales de su Cessna 150. Luego, sorpresivamente, fue detectado a 270 kilómetros de distancia, cerca de Acapulco. Lo asombroso no fue solo la velocidad inexplicable del vuelo, sino lo que se escuchó en la radio.

Controladores de vuelo afirman que una voz extraña, grave y modulada, comenzó a hablar por el piloto. Se refirió a él como “el micrófono que estamos utilizando” y dijo frases en español, inglés y alemán, idiomas que el joven no dominaba. “Estamos aquí con ustedes… y este es el primero de muchos contactos”, fue uno de los enigmáticos mensajes.

Combustible intacto y memoria en blanco

Cuando Rafael aterrizó, su estado físico era normal, pero su memoria estaba “borrada”. Solo recordaba haberse sentido somnoliento en el aire. Técnicos revisaron el avión y descubrieron que el tanque de combustible estaba prácticamente lleno, algo imposible si realmente hubiera volado 270 kilómetros en una hora. Su avioneta no tenía la capacidad de hacerlo, ni por velocidad ni por autonomía.

Desde ese día, Rafael nunca volvió a volar, ni obtuvo su licencia de piloto. Desapareció del ojo público y rechazó entrevistas durante décadas. Según personas cercanas, el episodio le marcó profundamente.

Un expediente que se esfumó

Documentos oficiales del caso desaparecieron misteriosamente con los años. Las grabaciones originales de la torre de control —donde supuestamente quedó registrada la voz desconocida— también se perdieron. Algunos controladores que estuvieron presentes han declarado en años recientes que recibieron presión para no hablar del tema. Otros han guardado silencio absoluto.

En un video reciente publicado en YouTube titulado “El caso del piloto mexicano abducido por extraterrestres”, investigadores y testigos reconstruyen el caso con audios recuperados, testimonios y análisis del radar. Los datos coinciden: lo que ocurrió ese día no tiene explicación científica hasta la fecha.

¿Un contacto extraterrestre?

La comunidad ufológica considera el caso como uno de los incidentes más fuertes de posible contacto alienígena en América Latina. Otros lo ven como una desorientación mental extrema o un fenómeno de sugestión colectiva. Sin embargo, la coincidencia de los elementos —la distancia recorrida, la voz ajena, el combustible intacto y la pérdida de memoria— lo convierten en un enigma sin resolución.

Hoy, el nombre de Rafael Pacheco Pérez apenas se menciona en los libros oficiales de aviación mexicana, pero para quienes conocen su historia, él no fue solo un piloto… fue el protagonista de uno de los eventos más extraños en los cielos de nuestro país.


¿Ficción o realidad?
49 años después, el caso sigue dividiendo opiniones, pero una cosa es clara: ese día, en el cielo mexicano, pasó algo que desafió toda lógica humana.