
Estados Unidos se consolida como la tierra de las oportunidades… y de los millonarios. Un reciente informe global sobre la riqueza, elaborado por UBS, revela un dato que llama poderosamente la atención: cerca de 22 millones de personas en Estados Unidos ya han alcanzado el estatus de millonarios.
Esto equivale a una de cada 15 personas, lo que coloca a la nación norteamericana a la cabeza del ranking mundial de riqueza individual. Este fenómeno no solo habla de la acumulación de capital en ciertos sectores, sino también de la creciente desigualdad económica y las oportunidades desiguales que persisten en muchas regiones del país.
Los expertos señalan que el auge de los mercados bursátiles, las inversiones tecnológicas, bienes raíces y herencias generacionales han sido algunos de los principales motores detrás de este incremento. Además, el acceso a instrumentos financieros y la cultura de emprendimiento han permitido que muchos estadounidenses multipliquen su patrimonio.
Sin embargo, este crecimiento en la población millonaria también plantea preguntas relevantes: ¿cómo se distribuye esta riqueza?, ¿qué impacto tiene en la economía general?, y ¿cuál es la brecha con aquellos que apenas sobreviven al día a día?
Mientras tanto, el sueño americano sigue vivo para muchos… aunque más real para algunos que para otros.
