El sur de Francia enfrenta uno de los incendios forestales más devastadores de los últimos 80 años, con más de 16 mil hectáreas consumidas por el fuego en la región de Aude. Aunque el avance de las llamas se ha ralentizado, las autoridades confirmaron que aún no está completamente controlado.

El siniestro, impulsado por fuertes vientos y una prolongada sequía, ha obligado a evacuar a cerca de 2 mil personas, entre residentes y turistas, y ha dejado una mujer fallecida tras no acatar las órdenes de evacuación.
Decenas de viviendas han sido destruidas, y comunidades como Saint-Laurent-de-la-Cabrerisse se encuentran sin servicios básicos. “No tenemos agua, internet ni electricidad… es el apocalipsis”, expresó un residente.
Imágenes aéreas muestran vastas áreas calcinadas, equivalentes a una vez y media el tamaño de París. Las autoridades continúan trabajando para contener el fuego, que avanza con fuerza cerca de la frontera con España y el Mediterraneo.