
Londres.– El poder económico de la familia real de Qatar ha alcanzado un nuevo nivel en la capital del Reino Unido. Hoy en día poseen más propiedades privadas en Londres que el propio rey Carlos III, consolidándose como uno de los mayores inversionistas extranjeros en bienes raíces de la ciudad.
El portafolio catarí incluye desde íconos comerciales como Harrods, hasta rascacielos como The Shard y hoteles de lujo de renombre mundial, entre ellos Claridge’s. En conjunto, estas adquisiciones suman un valor de miles de millones de libras.
A diferencia de los bienes vinculados a la familia real británica —muchos de los cuales están bajo fideicomisos y fondos de la Corona—, las propiedades adquiridas por Qatar son plenamente privadas, lo que refuerza su presencia y control directo sobre algunos de los inmuebles más codiciados del país.
Este fenómeno no solo refleja el músculo financiero de Qatar, sino también el atractivo que mantiene Londres como destino de inversión para las élites globales.

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