
Personas que estuvieron presentes en el trágico accidente ocurrido en la carretera Guaymas–Hermosillo aseguran que, tras la volcadura del autobús de Tufesa donde murieron siete personas y varias más resultaron heridas, la prioridad de la empresa no fue auxiliar a los pasajeros, sino ocultar a los responsables.
De acuerdo con testimonios obtenidos en el lugar, otra unidad de Tufesa llegó minutos después del siniestro y, en lugar de brindar apoyo médico o trasladar heridos, habría sido utilizada para recoger a los choferes y sacarlos del sitio antes de que llegaran las autoridades.
Familiares denunciaron además que supuestos abogados acudieron a funerales ofreciendo ayuda legal, pero en realidad pretendían obtener firmas para deslindar de toda responsabilidad a la empresa.
Los sobrevivientes relataron que el camión circulaba a exceso de velocidad, a pesar de que los vehículos de este tipo deberían tener un sistema que limite su potencia.
A pesar del impacto y la magnitud del accidente, algunos lesionados fueron trasladados a hospitales públicos, cuando el protocolo marcaba llevarlos al hospital privado más cercano, el CIMA de Hermosillo.
Las autoridades ya investigan la actuación de la empresa y los operadores, mientras los afectados y sus familias exigen justicia y transparencia ante lo que consideran un claro intento de encubrimiento.
























































