
Poema de domingo.- Mi nombre emerge de tus labios con una suavidad de brisa en los trigales. Modulas con ternura sus tres sílabas, dibujas la esperanza en sus vocales. Y es algo así como canción, como ave de pronto liberada, emprendiendo el vuelo de la luz, en la mitad de una mañana cálida de agosto, su lluvia y sus pasiones…
Bernardo Elenes Habas
La noche se desliza
como una larga sombra;
arriba las estrellas

encienden la esperanza
y parece que puedo
tocarlas fácilmente…
Hace tiempo que brilla
una hoguera en mi pecho
y aunque intento apagarla
su luz se ha vuelto llama…
Cuando la voz nocturna
de la sierra me arrulla,
cuando la luna inmensa
emerge lentamente
trazando en la distancia
el perfil milenario
del Bakatete nuestro;
aquí, donde comulgo,
donde siento que me arde
la sangre como lava,
donde sé que cabalgan
sobre potros de viento
los fantasmas sin tregua
de mis antepasados,
donde me siento puro,
sencillamente hombre,
confieso que te amo…
Aquí donde el recuerdo
llega como un relámpago,
y llena los rincones
sombríos de mi alma,
donde está plena y viva,
arraigada hasta siempre
la huella de mi vida,
donde recibo sueños,
emociones, quimeras,
confieso que te amo…
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