Un sismo de magnitud 5.2 sacudió este viernes varias regiones del centro de Irán, justo cuando el país atraviesa un momento de alta tensión geopolítica debido al conflicto con Israel y crisis internas no resueltas.

El movimiento telúrico fue perceptible en ciudades como Teherán, Karaj y Qom, esta última considerada un centro religioso clave. Aunque la magnitud es catalogada como moderada, su epicentro en zonas densamente pobladas ha generado alarma entre la población y ha llevado a las autoridades a desplegar brigadas de emergencia para revisar posibles daños en infraestructura crítica.
Hasta el momento, no se reportan víctimas ni afectaciones graves, pero se mantienen las inspecciones como medida preventiva, informaron medios estatales.
La coincidencia del sismo con el clima de creciente confrontación militar entre Irán e Israel ha intensificado el ambiente de incertidumbre. En días recientes, ambos países han elevado el tono de su retórica y reforzado sus movimientos estratégicos, mientras persisten tensiones derivadas del programa nuclear iraní y las recientes protestas internas.
Este evento natural, aunque breve, subraya la fragilidad del día a día para millones de iraníes, que enfrentan no solo amenazas externas sino también una profunda crisis social y política. El temblor se convierte así en un símbolo del delicado equilibrio que vive actualmente la nación persa.