¡Ojo con las embarazadas!

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¡Ojo con las embarazadas!

El impacto de la pandemia sobre la salud en el embarazo es aún desconocido. La evidencia sugiere que las infecciones respiratorias incrementan el riesgo de hospitalización y muerte durante el embarazo, y eso definitivamente inquieta a cualquiera. Específicamente, la infección por coronavirus durante el embarazo se ha asociado con mayor riesgo de mortalidad materna, aborto espontáneo, parto pretérmino y retraso del crecimiento intrauterino. Pero no habría porque preocuparnos ¿o sí?

La evidencia específica del impacto del COVID19 para la madre durante el embarazo es aún escasa. Revisiones sugieren que el padecimiento durante el embarazo es menos grave y menos letal en comparación con otras como tuberculosis, por ejemplo. Sin embargo, otros estudios sugieren un incremento en el riesgo de complicaciones por dicha enfermedad. El riesgo de infección y complicaciones para los bebes tampoco es claro. Se han reportado casos aislados que sugieren transmisión vertical de COVID19; y se limita al tercer trimestre del embarazo. Por otro lado, se conoce que las mujeres embarazadas experimentan cambios inmunológicos y fisiológicos que pueden hacerlas más susceptibles a las infecciones respiratorias virales, incluido el COVID19. Varios estudios han revelado que las mujeres embarazadas con diferentes enfermedades respiratorias virales tienen un alto riesgo de desarrollar complicaciones en su embarazo y resultados adversos perinatales en comparación con las mujeres no embarazadas, debido a los cambios en la respuesta inmune. También se conoce que las embarazadas pueden presentar riesgo de enfermedad grave, morbilidad o mortalidad en comparación con la población general, tal y como se observa en los casos de otras infecciones por coronavirus relacionadas, incluido el síndrome respiratorio agudo y otras infecciones respiratorias virales, como la gripe durante el embarazo. Por consiguiente, se considera que las embarazadas constituyen una población vulnerable con ciertas susceptibilidades y factores protectores para la evolución natural del COVID19. Por ello y ante los retos que para la salud pública supone la enfermedad y la atención a este grupo de pacientes, se sugiere especial atención a este grupo poblacional y considerar como embarazo de alto riesgo. El embarazo se considera un estado inmunológico único. Durante este periodo el sistema inmune materno enfrenta múltiples retos, entre ellos: establecer y mantener una tolerancia con el feto (es casi un cuerpo extraño dentro de la madre) y al mismo tiempo, preservar su habilidad para protegerse contra distintos agentes microbianos. El estado inmunológico de la madre sufre cambios adaptativos a través de este periodo, pasa de un estado de adaptación al inicio del embarazo para beneficiar la implantación a un estado antiinflamatorio para beneficiar el crecimiento fetal durante el segundo trimestre, y por último, un estado proinflamatorio en el momento que se prepara para la labor de parto. Debido a algunos cambios inducidos por la producción hormonal y otros cambios normales en el embarazo, el sistema respiratorio de la mujer tiende a encontrase inflamado, esto asociado a una expansión pulmonar restringida predispone a la gestante a ser susceptible a ciertos patógenos respiratorios. Aunque la evidencia actual es limitada en gran parte, debido a que es una enfermedad que recién se conoce sin embargo no es posible ignorar el riesgo potencial de esta enfermedad para la gestante y el feto, sobre todo a la luz de algunas publicaciones que describen una reacción inflamatoria generalizada.

A pesar de que existen pocos casos informados, las características clínicas notificadas en embrazadas con infección confirmada por COVID19 y en mujeres adultas no embarazadas de la población general son similares e indicativas de un curso clínico relativamente optimista. Un estudio realizado recientemente mostro que se presentaron con uno de los siguientes síntomas: fiebre, tos, colecistitis, dolor al tragar y diarrea. El tiempo entre el inicio de los síntomas y el parto se describe de 1 a 7 días, con un curso clínico de neumonía por el virus, similar al de pacientes no embarazadas. De las 18 embarazadas, 10 fueron internadas por cuadro de neumonía. Teniendo en cuenta los beneficios de la lactancia, la madre puede seguir amamantando a su bebé siempre y cuando tome todas las precauciones necesarias. A pesar de que existen pocas investigaciones publicadas en relación con COVID19 y el embarazo, actualmente no existen evidencias suficientes de que las embarazadas sean más susceptibles a la infección y que aquellas con la enfermedad sean más propensas a desarrollar neumonía grave. Tampoco hay demostraciones suficientes de transmisión vertical de madre a hijo. Estas pacientes deben ser atendidas por un equipo multidisciplinario, acorde con el protocolo establecido y ser prioridad en la atención, así que ¡ojo con las embarazadas!

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

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