La canícula es un periodo de 40 días en donde el termómetro podría alcanzar las temperaturas más altas del año y las lluvias pueden presentar una disminución; de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, ese periodo de calor ocurre, como cada año, en verano, en los meses de julio y agosto.
De acuerdo con el organismo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a la canícula también se le conoce como sequía intraestival o veranillo.
La canícula no es un evento uniforme; es decir, no se presenta en todos los estados de la República Mexicana con la misma duración e intensidad, y muchas veces se suaviza por eventos extremos, como el impacto de algún ciclón tropical o la llegada de ondas tropicales que favorezcan el desarrollo convectivo en estas regiones, por lo que su caracterización y monitoreo constante es importante.