En la Inglaterra del siglo XII, un acontecimiento extraordinario desconcertó a los habitantes de Woolpit, un pequeño pueblo en Suffolk: la aparición de dos niños de piel verde. Este enigma histórico, conocido como el “Misterio de los niños verdes de Woolpit”, ha perdurado a lo largo de los siglos, desafiando las explicaciones lógicas y alimentando la especulación.
Según los relatos de la época, en el año 1150, los lugareños encontraron a dos niños, un niño y una niña, vagando por los campos cerca de Woolpit. Su piel era de un tono verdoso inusual, y hablaban un idioma desconocido. Además, vestían ropas extrañas y se rehusaban a comer cualquier alimento excepto judías verdes. Los niños fueron acogidos por la comunidad, y con el tiempo, su piel gradualmente recuperó su color normal.
La niña, desafortunadamente, murió poco después de su llegada a Woolpit. Sin embargo, el niño sobrevivió y eventualmente aprendió inglés. Cuando pudo comunicarse, explicó que él y su hermana provenían de un lugar llamado “St. Martin’s Land”, donde el sol nunca brillaba y todo era sombrío. Según él, habían entrado en un mundo subterráneo a través de una cueva, pero quedaron desorientados y emergieron en Woolpit.
Los historiadores han teorizado sobre las posibles explicaciones para este misterio. Algunos sugieren que los niños podrían haber sido víctimas de una enfermedad rara que causó la decoloración de su piel, mientras que otros especulan con la posibilidad de que fueran extraterrestres o seres de una dimensión alternativa.
A pesar de los intentos de investigadores y eruditos por desentrañar la verdad detrás de este enigma medieval, el origen y destino final de los niños verdes de Woolpit continúan siendo objeto de debate y fascinación. Este intrigante capítulo de la historia sigue desafiando nuestra comprensión y alimentando la imaginación de aquellos que buscan respuestas en el pasado.
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