Desde el Observatorio Sonora por la Seguridad (OSS), exigimos justicia y el esclarecimiento del asesinato de Aranza Ramos, integrante del colectivo de búsqueda de personas desaparecidas Guerreras Buscadoras en Guaymas, Sonora.
Lo ocurrido se vuelve referencia a la violencia imparable que se vive en la región, a los recientes asesinatos de defensores yaquis por el agua y su territorio, ahora también se extiende a integrantes de colectivos de búsqueda y al constante acoso que sufren sus familias.
Esto refleja las carencias en materia de seguridad y sobre todo de justicia que como organización hemos mencionado a lo largo de los años. En un día en Sonora, en promedio 4 personas desaparecen y 5.7 son asesinadas.
Aún carecemos de mecanismos efectivos en Sonora que garanticen una protección genuina a personas defensoras de derechos humanos, activistas y periodistas.
Es una pena y una vergüenza a quienes buscan a sus personas desaparecidas y ofrecen el apoyo a otras personas en el mismo dolor, les arrebaten la vida. No podemos acostumbrarnos a la tragedia ni quedarnos en silencio. El silencio no es una opción y debemos exigir más; menos mesas de trabajo, más estrategias y acciones concretas para garantizar justicia y erradicar la impunidad.