Los medios las bautizaron como camas “antisexo“, porque según no podían cargar suficiente peso por estar hechas de cartón reciclable; sin embargo, la realidad es que soportar hasta 200 kilogramos, que es más de lo que pesó cualquier atleta.
Pero si hablamos de deportistas de alto rendimiento que sobrepasan los 100 kilos, quizá la cama pudiera vencerse si otra persona se suma a dormir.
Estas camas reciclables, que miden 2,10 metros de largo, están colocadas en la Villa Olímpica y son parte de un esfuerzo de los organizadores para reducir las emisiones de carbono generadas por los Juegos Olímpicos.
Hasta el momento son más de 18 mil camas que están colocadas en las habitaciones destinadas para los atletas olímpicos.
Otra curiosidad de las camas, que no son “antisexo”, son los colchones hechos de materiales de polietileno, los cuales se reutilizarán para productos de plástico después de la justa deportiva.
