La impactante historia del juicio de la Señora que se quemó con un café de McDonald’s

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Foto de UnSplash

En 1992, una señora llamada Stella Liebeck se convirtió en una de las personas más conocidas de Estados Unidos después de que en 1994 demandara a la cadena de comida rápida McDonald’s por lesiones que sufrió después de derramar café caliente en su regazo.

Stella May Liebeck, de 79 años de edad, sufrió graves quemaduras en el seis por ciento de su piel y quemaduras menores en el dieciséis por ciento después de derramar una taza de café de McDonald’s en su regazo. El incidente ocurrió el 27 de febrero de 1992, en un restaurante de McDonald’s en Albuquerque, Estados Unidos.

Liebeck estaba en el asiento del pasajero de un Ford Probe de 1989 y había pedido una taza de café de 49 centavos en la ventanilla de servicio del restaurante. Su nieto estacionó el auto para que pudiera agregar crema y azúcar a su café. Liebeck colocó la taza de café entre sus rodillas y trató de quitar la tapa. En el proceso, derramó todo el contenido de la taza en su regazo, quemando sus muslos, glúteos e ingle.

Fue llevada de inmediato a un hospital donde se sometió a injertos de piel. Después de la estadía en el hospital, Liebeck necesitó atención durante tres semanas, que fue brindada por su hija. Ella sufrió desfiguración permanente y estuvo parcialmente discapacitada durante dos años después del incidente.

El caso se convirtió en noticia nacional y, finalmente, en un juicio en el que se condenó a McDonald’s a pagar una cantidad significativa de dinero en daños a Liebeck. A raíz del juicio, McDonald’s cambió la temperatura de su café y comenzó a imprimir una advertencia en sus vasos de café para alertar a los consumidores sobre los riesgos potenciales de quemaduras.

El incidente de Liebeck ha sido citado como un ejemplo de la necesidad de que las empresas sean responsables en la producción y venta de sus productos, y de que los consumidores estén informados sobre los riesgos potenciales de los mismos.

El café estaba a una temperatura de aproximadamente 82 grados Celsius, y Liebeck sufrió quemaduras de tercer grado en sus piernas y ingle.

Después de sufrir lesiones graves, Liebeck presentó una demanda contra McDonald’s, acusándolos de servir un café excesivamente caliente y de no advertir sobre los peligros de quemaduras. Durante el juicio, se reveló que McDonald’s había recibido cientos de quejas de clientes que se habían quemado con su café.

A pesar de las críticas que recibió por parte de la opinión pública, el juicio reveló que el café de McDonald’s estaba demasiado caliente y que la empresa había optado por servir su café a una temperatura que era peligrosa. La demanda se resolvió con un acuerdo extrajudicial por una cantidad no revelada.

Sin embargo, este caso sentó un precedente para futuras demandas de consumidores y empresas, ya que se estableció la importancia de proporcionar información clara y detallada sobre los productos y servicios que se ofrecen. A partir de ese momento, McDonald’s cambió su política sobre la temperatura del café y comenzó a proporcionar advertencias claras a sus clientes sobre los peligros de quemaduras.

La historia de Stella Liebeck es un recordatorio de la importancia de la responsabilidad corporativa y la protección del consumidor, y cómo un incidente aparentemente trivial puede tener consecuencias significativas.

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