
En pocos años, la inteligencia artificial ha pasado de ser una promesa futurista a convertirse en una herramienta cotidiana capaz de redactar textos, resolver problemas complejos, crear imágenes, analizar datos e incluso conversar con un nivel de naturalidad que sorprende. Entre los protagonistas de esta revolución destacan dos nombres: GPT-4 y GPT-5, modelos desarrollados por OpenAI que están marcando un antes y un después en la forma en que interactuamos con la tecnología.
GPT-4: el salto hacia la IA “multimodal”
Lanzado en 2023, GPT-4 representó un cambio radical frente a su antecesor. No solo entendía y generaba texto con mayor coherencia y precisión, sino que incorporó capacidades multimodales: podía analizar imágenes, interpretar gráficos, describir fotografías y combinar todo ello con respuestas escritas. Fue la primera versión que realmente comenzó a integrarse en herramientas de trabajo, educación y creatividad, permitiendo desde generar contratos legales completos hasta proponer estrategias de marketing personalizadas.
Además, GPT-4 se distinguió por su capacidad de razonamiento más avanzada, comprendiendo matices, contextos y referencias culturales, algo que le permitió desempeñarse como un “asistente experto” en áreas tan diversas como programación, redacción periodística, asesoría legal y hasta composición musical.
GPT-5: la evolución hacia la IA “omnicanal” y más humana
GPT-5, presentado en 2024, no solo hereda todas las virtudes de GPT-4, sino que las potencia con mayor rapidez, memoria y contexto ampliado. Ahora puede mantener conversaciones mucho más largas sin perder coherencia, recordar detalles previos de interacciones y adaptarse al estilo de comunicación del usuario.
La gran novedad está en su capacidad de razonamiento a varios pasos, lo que le permite no solo contestar preguntas, sino planificar proyectos complejos, simular escenarios y ofrecer soluciones estratégicas. También incorpora mejoras en interpretación de audio y video, abriendo la puerta a interacciones por voz en tiempo real y análisis audiovisuales avanzados.
¿En qué se diferencian?
- Memoria y contexto: GPT-5 recuerda mejor y por más tiempo las interacciones anteriores, mientras que GPT-4 se limita a la sesión activa.
- Velocidad y precisión: GPT-5 responde más rápido y con menor margen de error.
- Creatividad y análisis: GPT-4 es sobresaliente en redacción y análisis, pero GPT-5 añade una capacidad estratégica más profunda.
- Canales de entrada: GPT-4 trabaja con texto e imágenes; GPT-5 agrega audio, video y una experiencia conversacional más fluida.
El impacto en la vida diaria
Con estas herramientas, las posibilidades son enormes: abogados que automatizan borradores de demandas, médicos que reciben resúmenes clínicos más rápidos, estudiantes que obtienen explicaciones personalizadas, periodistas que aceleran la investigación de datos y emprendedores que diseñan campañas de publicidad en cuestión de minutos.
Mientras algunos ven en GPT-4 y GPT-5 una oportunidad para multiplicar la productividad, otros plantean retos éticos y de regulación para evitar mal uso. Lo cierto es que la carrera tecnológica avanza a una velocidad inédita, y todo apunta a que la próxima generación de IA será aún más sorprendente… y más presente en nuestra vida diaria.
