¿Adversidad o asedio contra Lamarque?.- 

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Su paso por la administración pública de Cajeme, ha estado marcado por hechos surgidos contra su labor, como aquella nefasta contaminación del agua de las plantas potabilizadoras que indignaron a la comunidad.- Así se han dado otros casos de vigilancia extrema en su devenir político, y ahora, inquieta el hackeo criminal del sistema informático municipal.

Bernardo Elenes Habas

Ha sido una constante para Javier Lamarque, enfrentarse en su devenir político-administrativo como presidente municipal de Cajeme durante tres periodos, con extrañas circunstancias que impactan en la conducción del Municipio y, por ende, en la ciudadanía.

¿Cómo no recordar que durante su primer trienio como Alcalde (1997-2000), sufrió, entre otros problemas graves y presumiblemente creados a propósito, la nefasta contaminación del agua de las potabilizadoras, saliendo el vital líquido en los hogares con fuerte olor a pescado y pudrición, lo que provocó indignación entre las familias quienes de buenas a primeras culpaban a la administración de izquierda surgida del PRD? Afortunadamente se actuó con diligencia, se corrigió el daño y se comprobó que el atentado había surgido de manos y mentes criminales ajenas al Ayuntamiento.

Otros hechos se han acumulado en los siguientes periodos municipales contra la directriz de Lamarque Cano, como demandas y denuncias, aunado al surgimiento de organismos civiles que vigilan con celo (y hacen bien) al gobierno morenista como a ningún otro.

Y ahora se presenta el hackeo criminal del sistema informático municipal, cuyos servidores de la red administrativa han sido paralizados desde el viernes pasado, y lo más grave, es que se trata de un sabotaje de extorsión por el que piden él o los autores, 250 mil dólares por restituir su funcionamiento.

El alcalde, manifestó durante conferencia de prensa que “los que hicieron esto no van a salirse con la suya. Tengo entendido que estaban pidiendo 250 mil dólares, pero no les vamos a dar ni un peso, porque teníamos la información protegida”.

Efectivamente, el ataque cibernético bloqueó temporalmente pagos, servicios y trámites digitales, sin embargo la información administrativa quedó a salvo, pues se siguen protocolos de prevención ante situaciones criminales como la sufrida.

Los equipos servidores atacados se mantienen intactos ya que se constituyen en evidencia del hackeo y están sujetos a las investigaciones que mantiene la Policía Cibernética, y se ha optado por rentar servidores alternos en los que se descargará la información municipal para reactivar, gradualmente,  los servicios de las áreas administrativas.

Creo que las señales que se mantienen en las trayectorias administrativas del alcalde Lamarque, no deben desestimarse como un asedio, lo que debe obligar a su equipo a redoblar precauciones de vigilancia y seguridad en todos los sentidos, porque ¿quién puede asegurar que además de la delincuencia activa no existen enemigos políticos que buscan, como lo han hecho en otras ocasiones, cerrarle a Javier todos los caminos?

Le saludo.