
Revivir el tren de pasajeros en Sonora.- Propuesta que impulsó María Dolores del Río en 2019, siendo diputada por MC.- Alfonso Durazo tiene ante sí importante alternativa.- Cierto, el ferrocarril, desde 1907, forjó el nacimiento de pueblos y ciudades en la entidad, entre ellas Cajeme.
Bernardo Elenes Habas
En septiembre de 2019, María Dolores del Río Sánchez, siendo diputada en Sonora, lanzó una propuesta encaminada a que el Gobierno Federal valorase la alternativa de darle de nuevo vida al tren de pasajeros en Sonora.
Despertó interés y comentarios en esos días el exhorto que la entonces legisladora de Movimiento Ciudadano presentara ante el parlamento local, buscando que el gobierno federal se interesara en el rescate del Tren Pacífico para el uso de pasajeros.
La estructura vial y las estaciones existen, sólo que ahora, desde 1998, se destinan al servicio de carga a través de la empresa privada Ferrocarriles Nacionales, que adquirió ese beneficio luego de la privatización que hiciera el Gobierno Federal del sistema ferroviario y de otros bienes de la nación durante la crisis de 1995, que ciertamente se había desencadenado desde el sexenio de Carlos Salinas (1988-1994).
Ferrocarriles Nacionales de México y sus diferentes ramales, entre ellos el Sud Pacífico (inicialmente propiedad de empresarios norteamericanos), fue creado por Porfirio Díaz, en 1907.
Y, efectivamente, fue la “punta de fierro” (así le llamaban las antiguas familias al tendido de vías), quien dio vida a nuevas poblaciones como Hermosillo, Empalme, Corral, Esperanza y Cajeme.
Desde luego que el florecimiento fue, también, hacia el sur, hasta Guadalajara, como bien lo documentó María Dolores en su momento, señalando que el Tren Pacífico corría desde Nogales y Mexicali, hasta Guadalajara, haciendo desde ahí conexión a la Ciudad de México. Ruta que muchos sonorenses recorrimos en los 70.
La ahora ex diputada, quien forma parte del círculo de transición del gobernador electo Alfonso Durazo, expresó hace dos años en el parlamento local, su anhelo de que el gobierno de la Cuarta Transformación pusiera sus ojos en un proyecto viable, rescatando una tradición llena de historia con el servicio de pasajeros en ferrocarril, que, ciertamente, detonaría el turismo, no afectaría la flora y la fauna de la región ya que el tendido de las paralelas existe y se mantienen en uso, transportando carga en forma cotidiana.
María Dolores daba, sin duda, un paso positivo con su visión de pasado, presente y futuro para Sonora, y ante un Congreso local contradictorio e impredecible, con una conformación mayoritaria representada por Morena, logró que su exhorto se aprobara de manera unánime. Faltando, a partir de ese momento, que el Gobierno de la República valorase el peso específico de dicha idea, y que, de aprobase, además de permitir viajar en la comodidad del tren, lograría que los usuarios atestiguaran el despertar de pueblos y ciudades con sus paisajes naturales junto a la algarabía natural que antaño propiciaba la llegada del ferrocarril a las antiguas Estaciones.
¿Quién no recuerda en Cajeme (sobre todo los viejos habitantes de Plano Oriente), el movimiento natural que se generaba en la Estación del Ferrocarril, por parte de vendedores ambulantes ofreciendo aguas frescas, tamales, burritos, pan horneado en casa, café de talega, a los viajeros en ruta, con inolvidable esencia pueblerina que se negaba a morir?
Aunque, de lograrse este sueño retrospectivo, existen como contrapeso las propuestas que hacen líderes sociales de Cajeme, como Humberto Campos Hernández, del Club de Usuarios y Consumidores (CUCC), que tendrían que revisarse a fondo.
Campos Hernández y vecinos de Plano Oriente luchan desde hace tiempo porque las vías del ferrocarril, precisamente el trazo donde se encuentra la Estación, sean sacadas de la ciudad y movidas hacia el oriente, a un lado del nuevo libramiento carretero, ya que se constituyen en un muro de contención a la bajada y desfogue de aguas de lluvia desde los cerros, causando inundaciones recurrentes en la ahora colonia Benito Juárez, imposibilitando la vialidad por los pasos a desnivel y generando parálisis de actividades en el citado asentamiento.
Pero la idea de María Dolores pervive, y tal vez acierte a promoverla con mayor fortaleza y visión para bien de Sonora, ahora que se perfila como parte del tejido de gobierno que encabezará Durazo Montaño, a partir del 13 de septiembre próximo.
Le saludo, lector.