En la frontera de Sonora se reciben al año 9 mil menores no acompañados de un adulto; es urgente apoyarlos y evitar que su integridad y su vida corran riesgos.
Con el propósito de atender a los niños repatriados que viajan sin la compañía de un adulto y poderlos enviar de regreso a sus lugares de origen de manera segura, la diputada Flor Ayala pidió que se destine para ello a Sonora el 1 por ciento de los mil millones de pesos que asigna la Federación para la protección de los migrantes.
Ayala Robles Linares hizo un exhorto este jueves al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para que se envíe ese dinero al estado y se posibilite atender a los más de 9 mil niños migrantes no acompañados que son deportados todos los años por las fronteras de nuestra entidad.
El 1 por ciento del presupuesto que destina la Federación a los consulados en Estados Unidos para apoyo a migrantes representa 10 millones de pesos, mismos que se sumarían a los cinco millones de pesos que destina el DIF estatal para ese fin.
La legisladora mencionó que aquí en el estado, la Gobernadora Claudia Pavlovich está haciendo su esfuerzo y ya entregó 12 millones y medio de pesos para los albergues en la frontera, pero es urgente un mayor apoyo por parte del Gobierno Federal.
La diputada comentó que en Arizona 1.4 millones de indocumentados inyectaron 18 mil millones de dólares en ingresos al presupuesto del estado, aun así, el año pasado 37 mil inmigrantes cruzaron por Sonora al ser deportados hacia México desde los Estados Unidos.
De esos 37 mil deportados, 22 mil fueron por Nogales y 15 mil por San Luis Río Colorado, lo que coloca a Sonora en el tercer lugar en el número de indocumentados repatriados, una gran cantidad de ellos menores de edad.
“Por eso pedimos a la federación que nos envié el recurso mínimo necesario para poder atender a todos estos niños y enviarlos a sus lugares de origen con una trabajadora social, en avión, porque si los mandamos en camión generalmente en las primeras paradas van por estos niños”, subrayó.
Flor Ayala explicó que con ese 1 por ciento se pueden instalar módulos de atención exclusiva a estos niños migrantes, mientras llega el momento de enviarlos a sus casas.
“En estos módulos contarían con atención especializada, médica, psicológica y alimentaria para, al menos, iniciar durante su estancia una recuperación física y emocional, mientras se les envía a sus lugares de origen”, mencionó.