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Falta de oficio político, vocación por el conflicto, mentalidades cerriles, herencias del pasado reciente en la concepción del ejercicio de gobierno como negocio, y la comunicación institucional basada en porros cibernéticos, espías y golpeadores, líderes venales expertos en la provocación.

Todo eso y más se combina en Guaymas para pintar un cuadro de ingobernabilidad que ya está haciendo de ese pueblo chico un infierno grande en el que aparece como personaje central el alcalde Lorenzo De Cima Dworak, su hermano Lucano, a quien se le endosan buena parte de las ‘virtudes’ señaladas en el párrafo anterior, y el secretario del Ayuntamiento, Alán Jaramillo.

La relación institucional del alcalde con la autoridad estatal se encuentra rota; la confrontación con el diputado guaymense Manuel Villegas sería muy cómica si no fuera tan dramática, ya que las diferencias políticas impiden la gestión y el ejercicio de recursos que deberían beneficiar a los ciudadanos del puerto, pero se dificulta el aterrizaje de proyectos debido a la mala relación con el alcalde, que también está peleado con su antecesor, Otto Guillermo Claussen, con periodistas y liderazgos locales de filiación diversa, entre los que se cuentan gente de su propio partido, el PAN, incluyendo a algunos regidores.

Lorenzo de Cima comenzó mal desde el arranque de su gobierno. Asesorado por lo peorcito del padrecismo (concretamente Javier Alcaraz y Roberto Dagnino, las cosas no podían salir bien. De entrada y al más puro estilo del Chivo Alcaraz, el alcalde vetó medios de comunicación no incondicionales, y la emprendió contra ellos. Su directora de Comunicación Social, Águeda Barojas fue la mano ejecutora, polarizando las relaciones con el gremio periodístico que en Guaymas es especialmente combativo y nada dejado.

La colega no aguantó mucho y la semana pasada tuvo que presentar su renuncia, pues su capacidad de interlocución estaba agotada, su figura desgastadísima y era, antes que un factor de mediación, uno de conflicto.

En su lugar, nombró a Eduardo Ramos, un periodista más acreditado, con mejores intenciones, y de alguna manera ajeno, o por lo menos distante de las visceralidades locales. Pero esa ‘máxima’ a la que se acogen con fruición algunos, en el sentido de que ‘gobernar es comunicar’ no aplica en escenarios particularmente complicados por un ejercicio de gobierno faccioso y con tendencia al conflicto.

No hay comunicador, por más capaz y conciliador que sea, que pueda recomponer un gobierno signado por la corrupción y el nepotismo, como todo parece indicar, es el caso del de Lorenzo de Cima, como ha quedado en evidencia después de la difusión de una conversación grabada a su secretario del Ayuntamiento y a su hermano Lucano, en la que exhiben sus bajezas.

Ayer, el alcalde envió a un grupo de provocadores a arremeter contra el diputado Javier Villegas, durante la sesión del Congreso. A Villegas lo incluyó el alcalde en una lista de presuntos autores intelectuales y materiales de actos criminales durante las fiestas carnestolendas, que por cierto se desarrollaron sin más contratiempos que los habituales.

El diputado lo fue a buscar a Palacio Municipal para aclarar el punto. El alcalde inventó un viaje a Ciudad de México para no atenderlo. Le dio cita para el pasado viernes, pero le organizó un comité de recepción con esos mismos provocadores, de manera que el diputado no pudiera entrar a Palacio.

Hoy miércoles, Manuel Villegas estará en el puerto para presentar una demanda ante el Ministerio Público, contra el alcalde, por presunto daño moral, difamación y lo que resulte.

Es decir, el conflicto no cesa.

II

Ya en la recta final de su gestión al frente de la rectoría de la Universidad de Sonora, Heriberto Grijalva Monteverde parece decidido a dejar encaminado hacia una vía de solución el conflicto que la Unison mantiene con el Isssteson por el destino de 128 millones de pesos que, según el instituto, la Universidad le adeuda, aunque ésta reconoce sólo 36.9 millones.

El director del Isssteson, Enrique Claussen Iberry se reunió ayer con los dirigentes sindicales del STAUS y el STEUS, Javier Quintanar Gálvez e Ismael Arredondo Casillas, respectivamente, a quienes informó que ya ha sostenido encuentros con el rector para tratar ese tema, en el que se han logrado avances significativos.

Uno de ellos tiene que ver con el depósito de esos 36.9 millones de pesos, a lo que se comprometió Heriberto Grijalva para el próximo viernes, lo que permite reactivar diversas prestaciones, como el pago de pensiones y jubilaciones a maestros y trabajadores de la Unison, un tema que por cierto estuvo presente durante todo el pasado proceso de elección del nuevo rector.

El Isssteson sostiene que la deuda de la Universidad asciende a 128 millones de pesos, 36.8 de ellos, correspondientes al pago por concepto de enfermedades preesxistentes, y otros 54.3 millones que la Universidad argumenta, fueron retenidos por la Secretaría de Hacienda en la pasada administración estatal, cuando esas retenciones fueron práctica común, afectando prácticamente a todas las instituciones públicas de educación media superior y superior; a organismos paraestatales, paramunicipales y Ayuntamientos.

Una vez concluido el proceso de designación del nuevo rector, tanto Enrique Claussen como Heriberto Grijalva retomaron la senda del diálogo y por lo que se ve, las cosas comienzan a componerse, ya que por ejemplo en el caso del monto por enfermedades preexistentes, la Universidad solicitó a la Junta Directiva del Isssteson, la condonación, con el compromiso de que la Unison comience a pagar ese rubro, lo cual se realizará con un addendum al convenio existente.

Y en cuanto a los 54 millones que la secretaría de Hacienda estatal habría retenido a la Universidad, el director del Isssteson se comprometió a ayudarlos a gestionar dichos recursos ante las autoridades competentes.

III

El pasado 11 de marzo se llevó a cabo la elección de la nueva mesa directiva de la Asociación Civil Escritores de Sonora, hasta ese día presidida por Alba Brenda Méndez Estrada, quien fue relevada por Ignacio Mondaca Romero tras la integración de una planilla única en la que aparecen como vicepresidenta la colega, amiga y colaboradora especial de El Zancudo, Sylvia Teresa Manríquez Ochoa.

Como tesorero quedó Daniel Camacho Higuera y Emilio Robles Burgos como secretario.

Ignacio Mondaca agradeció el apoyo y la confianza de parte de sus compañeros; subrayó la importancia de que ESAC haya demostrado pertinencia y permanencia a lo largo de más de diez años como un referente estatal del gremio a través de diversas actividades. Reconoció la labor de Alba Brenda Méndez y su equipo y se comprometió a redoblar esfuerzos para consolidar el crecimiento de ESAC con la inclusión de nuevos miembros, así como reforzar la unión y colaboración de las asociaciones municipales y grupos independientes de escritores y escritoras de la entidad.

El nuevo presidente de ESAC se pronunció a favor de continuar con un esquema de vicepresidencias adjuntas en el norte y sur de la entidad a fin contar con una mayor representatividad de la agrupación. Señaló que a la brevedad la mesa directiva que encabeza presentará un programa de trabajo, así como también una propuesta para extender el equipo de trabajo a través de diversas comisiones.

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