“-Oye niña; ¿no te da miedo caminar a esta hora de la madrugada? –Cuando estaba viva, sí…”
LO CLARO: La adecuación a los motores económicos del país, mucho tendrán qué ver con la preparación de profesionistas.
Con bases, se sustenta que los países que detonan, es gracias a su encadenamiento académico al engranaje productivo.
Hace muy poco tiempo tratamos aquí mismo, de cómo países pobres (como Malasia) habrían apostado a preparar nuevas generaciones enfocadas a la instrucción técnica.
Sin descartar que las carreras humanísticas son pilares importantes, el detonar en gran escala la tecnificación de procesos, es el real futuro de México y del mundo.
Recién tuvo efecto el Torneo Mexicano de Robótica 2017. Concentra al menos a 26 entidades del país, en miras a hacer presencia en lo que será el Torneo Latinoamericano del mismo nombre (Latin-American Robotic Competition LARC).
El reciente evento llevado a cabo en la Universidad La Salle del Estado de México, dio el resultado en primer lugar a los integrantes del equipo ‘Vaqueros-FIC’ de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
México cuenta con una gran cantidad de licenciados, contadores, ¡políticos!… es tiempo de invertir en educación del futuro (que ya es presente).
LO OSCURO. 1) “La Calle de Don Juan Manuel”, es una terrorífica leyenda de una ciudad del centro del país; data de 1700 y refiere a un rico español que casara con la virtuosa Doña María.
Al no poder concebir hijos, Don Juan se hacía presa de celos por el posible engaño de su amada.
Dio a lucifer la potestad de su vida, a cambio de que aquél le señalara al amante de su esposa.
Apareció el ‘pingo’ y por señas le dijo “ve a la calle y al primer hombre que te encuentres… mátalo”. Don juan asesinó a una veintena de hombres y tras arrepentirse de sus pecados, buscó la absolución que encontró ahorcado, supuestamente por los fantasmas de sus víctimas.
2) “La Virgen del Chorrito” es una efigie descubierta en el s.XVII por Domingo de Unzaga e Ibarrola. Dueño de la Hacienda de la Mesa, en Tamaulipas.
Narra la historia de la aparición de la virgen en una cueva, venerada por los indios de la comarca, al aparecer ésta en forma de una estalactita.
Ella, junto con la imagen de un ‘Cristo acostado’, han sido prodigios que permiten ‘pagar mandas’ a enfermos y menesterosos de todo el país.
3) “El Jergas” es la ‘aparición’ de un hombre con ropa de ingeniero minero; que en circunstancias de peligro, aparece únicamente a otros mineros y los hace seguirle, dejando rastros de herramientas de minero y con la indicación de la luz de su linterna.
El rastro les dirigía a mineros que se encontraban atrapados en las oquedades de las Minas de real de Catorce. Y a supuestas vetas de yacimientos de oro.
¿La razón de los relatos? En el año 2016, se pudo colectar en favor de la economía nacional, la friolera de 46 mil 451 millones de pesos en la llamada Semana Mayor.
La Semana Santa contribuye de forma especial a la derrama económica por concepto de visitantes –domésticos principalmente- que hacen la oportunidad de reimpulso a la riqueza local.
Aún cuando las playas son los destinos por excelencia (Las de Tamaulipas, son el regocijo de potosinos, regios y veracruzanos del norte), la temporada de asueto de quince días, apremia a las ciudades a ser partícipes del magno puente vacacional.
Los sitios coloniales; los Pueblos Mágicos; el turismo religioso (que es el que mayor gente aporta) y ahora con la salvedad de tener una moneda afligida en contraste con el dólar, permite que quienes antes destinaban importantes cantidades a viajar en latitudes distintas que las zonas turísticos mexicanos, hoy volteen a ver las maravillas que el país oferta.
Guanajuato, San Miguel, Vallarta, Tampico, Acapulco, Real de Catorce, Tajín, Chichén Itzá serán algunas de las muchas regiones que verán el beneficio de los efectos de la política ‘Trump’ y de aprovechar los miles de recursos y riquezas turísticas que tenemos.
COLOF├ôN: También cuenta la leyenda que si usted viaja al Estado de México en ésta temporada (es electorera), se le puede aparecer Josefina, el Peje, Angélica Rivera… ¡aguas!
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