Para reutilizar las aguas residuales sanitarias en el riego de las ocho hectáreas de áreas verdes del campus universitario y alimentar los espejos de agua que embellecen y armonizan el ambiente, se puso en marcha en la Universidad LaSalle (ULSA) Noroeste una planta tratadora con capacidad de 55 metros cúbicos diarios de agua.
Salvador Valle Gámez, rector de la ULSA hizo saber que la búsqueda de soluciones pertinentes es responsabilidad de la Universidad, por lo que, en el afán de tener impactos positivos en la sociedad, la Junta de Gobierno y el Patronato hicieron un esfuerzo extraordinario para apoyar el costo extraordinario que significó construir la planta, que no sólo servirá a la institución sino a la misma comunidad en la que está inmersa, mediante su posterior expansión.
“Esto es un signo de que la Universidad tiene la mirada puesta permanentemente en el futuro y lo que nos interesa no es solamente nuestras personas; nos interesa la transformación social y nos interesa mucho este planeta”, afirmó Valle Gámez.
Gerardo Zamorano Escárcega, docente de la carrera de Ingeniería en Energías Renovables de la institución educativa, explicó el funcionamiento de la planta, que se basa en un separador de partículas mayores a media pulgada, un biodigestor que consume la materia orgánica en el agua, un clarificador y un clorador.
En el evento, el Alcalde Faustino Félix Chávez habló de la trascendencia del tratamiento de aguas residuales para poder conservar el recurso mediante su reutilización, minimizando con ello el impacto que se genera en las ciudades ante el incremento en el consumo del líquido por parte de una sociedad en crecimiento.
Cajeme –dijo– fue pionero en el tratamiento de las aguas residuales, ya que desde hace 26 años cuenta con plantas para llevar a cabo este proceso, las cuales limpian cerca del 100 por ciento de las aguas negras generadas por la ciudad.
Asimismo, destacó la importancia de que ULSA Noroeste esté inculcando la conciencia en el cuidado del medio ambiente en las nuevas generaciones de profesionistas e invierta en un proyecto como este, que ayuda a reutilizar las aguas residuales generando un ahorro en el consumo de las mismas, sobre todo en la actualidad en que el comportamiento de la cuenca del Yaqui-Mátape es errático, y hace que el principal embalse que provee de agua al municipio, la presa Álvaro Obregón, se encuentre actualmente por debajo del 25 por ciento de su capacidad.
Presentes en el evento estuvieron: Filiberto Cruz Leyva en representación de la Junta de Gobierno de ULSA Noroeste; Cristina Bours Martínez y Juan Alonso Urías Bórquez, representando al patronato de la institución; Mónica Vivan Mascareño, Directora Académica; Marcelo Calderoni Obregón, Secretario del Ayuntamiento y Juan Alfredo Franco Osuna, estudiante de Ingeniería en Minas y Construcción.