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Mensajes

Gilberto Armenta

Crisis Parlamentaria

Un hipócrita desprecia a los que mienten, pero tampoco tiene respeto hacia sí mismo. Se haría una víctima a si mismo si pudiese. William Hazlitt

El conflicto laboral en el Congreso del estado de Sonora ha tomado, lamentablemente, el rumbo equivocado. Las partes involucradas están haciendo lo incorrecto, y han convertido el recinto legislativo en el escenario perfecto para dirimir diferencias políticas y partidistas.

El grupo de los cesados, si bien defienden un derecho laboral que consideran les asiste, deben entender también que esta 62 legislatura no los quiere como empleados.

Y los diputados que integran este Congreso, si bien tienen derecho a operar con quien ellos designen, también deben entender que las formas para llegar a eso deben ser las jurídicas.

Un tema doméstico, trivial, sin mayor importancia que una correcta aplicación del derecho laboral, lo han convertido en una pleito de cantina en el que, según los argumentos que un grupo y otro presenta, terminara ganando el que escupa primero, o el que sea capaz de comer más pinole.

Los abogados de ambos grupos, con sus argumentos legaloides, juran y perjuran que la verdad le asiste a cada uno, y que el otro es quien comete las violaciones.
Para uno de ellos, los 16 cesados deben ser aceptados a fuerza, y para el otro, deben ser expulsados del Congreso de inmediato.

–          No hay confianza en ellos – dice uno de los abogados.

–          Se tiene que cumplir la ley – dice el otro.

Pero no solo son los argumentos presuntuosos y llenos de tecnicismo de los abogados. Los diputados también aportan en ese tema.

–          Si esto es delito, pues vamos a la cárcel, votaron por nosotros el 01 de julio y esto es lo que Sonora quiere – dice uno de ellos.

Y luego asisten a la criminalización de los empleados cesados, como si sus sueldos fuesen un delito. Son onerosos, si, son excesivos, también, pero exhibirlos públicamente, sin argumentar bien lo que sus propios pretenden ganar fue innecesario.

La lectura de la Ley Orgánica del Congreso del Estado, en un articulado en particular que aseguran los diputados les da derecho a operar de forma independiente, sin atender los llamados de otras instituciones, se escuchó más como un tambor de guerra, que como una diana conciliatoria.

Así, la sumatoria de los hechos es grave. No hay dialogo ni consenso. No hay conciencia limpia en cuanto a ingresos y leyes laborales. No hay marco jurídico que se reconozca, y tampoco instituciones mediadoras que se respeten. No hay intención de aceptar lo inevitable. La famosa ley de la liga que a veces estira, pero también afloja no se atiende. La batalla pues, está declarada.

A usted, como sonorense, ¿Qué es lo que realmente le conviene? ¿Le debe interesar que despidan a unos y contraten a otros? ¿Le deben preocupar los dobles discursos? ¿Debe estar usted pendiente de los sueldos de empleados y diputados? Si a unas cosas, no a otras. Mire usted:

Hay tres responsabilidades básicas que quienes conformen las legislaturas como diputados locales, deben cumplir a cabalidad: Aprobar presupuestos, asegurarse de la correcta administración de estos, y hacer o modificar leyes en beneficio de los sonorenses. ¡Nada más!

Hasta hoy, y luego de cuatro sesiones ordinarias ya celebradas, en el Congreso no ha sucedido nada de eso. Vaya, el tiempo se agota para ellos y a la legislatura pasada le reclamaron la revisión de la cuenta pública estatal, y ni con eso han podido cumplir. Argumentan que la integración de mas de 30 comisiones ordinarias no ha sido posible, justamente porque quienes debían encargarse del apoyo administrativo para eso, son los que enfrentan el cese de sus funciones.
La revisión, discusión y aprobación del presupuesto 2019 está tocando la puerta, y los diputados no están listos para recibir ese paquete.

Han emitido exhortos, propuestas de proyectos e iniciativas que a la luz de la evidencia quedan en cero, han propuesto austeridad gubernamental pero no legislativa, han visto temas sociales, laborales y de seguridad. Pero nadie está hablando de eso, porque algunos de los diputados han decidido darles prioridad a las 16 plazas en disputa.
Además, asesores, representantes, asistentes y acompañantes personales o familiares de algunos de los diputados, dedican su tiempo a descalificar a la prensa que cubre el conflicto, cuando los cuestionamientos al respecto no son de su particular agrado.

Así una segunda sumatoria se sube a la mesa. El interés particular en algunos miembros de la actual legislatura es meramente laboral, que le abriría la puerta a la integración de amigos, compañeros de batalla, militantes partidistas y camaradas de izquierda como empleados del Congreso Local de Sonora. El interés legislativo esta en segundo orden.

Y es aquí donde usted, estimado sonorense, debe intervenir, y se expone integro un párrafo arriba escrito: “A usted, como sonorense, ¿Qué es lo que realmente le conviene? ¿Le debe interesar que despidan a unos y contraten a otros? ¿Le deben preocupar los dobles discursos? ¿Debe estar usted pendiente de los sueldos de empleados y diputados? Si a unas cosas, no a otras”.
Las respuestas son suyas.

Gracias por la lectura. Puede seguirme en @mensajero34 y en facebook.com/gilberto.armenta.16