El papa Francisco condenó este miércoles a los fabricantes de armas y traficantes por vender estos equipos letales a “terroristas”, en comentarios en los que reflexionó sobre su reciente visita a Irak.
El Sumo Pontífice, de 84 años, dijo que estaba agradecido de haber podido visitar un país eludido por sus precedesores y describió el viaje como “una señal de esperanza después de años de guerra y terrorismo y durante una grave pandemia”, tanto para cristianos como para musulmanes.
“El pueblo iraquí tiene derecho a vivir en paz, tienen el derecho a redescubrir la dignidad que les pertenece”, dijo Francisco en su audiencia semanal del Vaticano, que se realizó en línea debido a las restricciones por el covid-19.
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