Bernardo Elenes
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“Paradero” para carretas, caballos y mulas.- Durante los años 1940, 1950, la esquina de las calles Tabasco y Cuchus (Jesús García), tuvo un “paradero” para carretas, caballos y mulas de vendedores de leña y carbón.- Su propietario fue don Manuel Mares.- “El Paso del Yaqui”, abarrotes fundado en 1949 por don Salvador Varela.

Bernardo Elenes Habas

Durante los años 1940, 1950, en los barrios y colonias de Ciudad Obregón, comunidad que contaba con pocos habitantes, los que apenas despertaban asombrados al crecimiento urbano, donde la vida transcurría lenta y apacible…

paradero de carretas y bestias 1940(2)

No había mayores sobresaltos ni estridencias vertiginosas. La violencia no se paseaba por las calles de la polvorienta ciudad, como se sufre ahora. (Aunque años más adelante se padecieron los asesinatos a balazos entre los llamados “Plataneros”). Sólo rompía la monotonía del paisaje rural, la llegada de las carpas con actores de la legua, o las tribus de húngaros con sus funciones de cine…

Los niños y los jóvenes en espacios alejados del centro de la ciudad, se constituían en el mejor termómetro de la quietud de la comunidad y sus asentamientos nacientes, olorosos a vinorama y quelite, aroma rural que se respiraba en las calles desnudas y en los llanos que se convertían en escenarios para los remolinos formados por los vientos de marzo y abril, con su presagio de verano…

Paradero de carretas aquí fue en 1950

Durante esos días cargados de quietud, los infantes, adolescentes y jóvenes que avanzaban tranquilos por lasveredas de la vida como Rogelio Arenas, Rodrigo su hermano, Pancho Ibarra, Leonor Habas, Severiano Mares, Ramona Mares, Paco Calderón, Basilio Gómez, y con menos años Javier Leonardo Mares Sarmiento, Esteban Meza, Cachano Arce, miraban y sentían como escenario común y natural, porque era parte de la cotidianidad, que en la esquina suroeste de las calles Tabasco y Cuchus (hoy Jesús García), funcionara un “paradero” para carretas, caballos y mulas de vendedores de leña, carbón y agua, propiedad de don Manuel Mares…

En ese sitio, cercado con alambre de púas, teniendo en su interior cobertizos de horcones, pasaban la noche los animales a los que se alimentaba y daba de beber para que estuvieran dispuestos al trabajo del día siguiente.

En dicha esquina, al paso del tiempo se edificaron viviendas, las que hace algunos meses fueron derrumbadas para dar paso a la construcción de un moderno edificio comercial, con estacionamiento al frente, donde antaño se resguardaban carros tirados por bestias y que, ahora -contraste de los tiempos-, alberga modernos y deslumbrantes automóviles.

Por la misma calle Cuchus esquina con Tlaxcala, abrieron las puertas de un pequeño comercio en 1949, Salvador Varela y su esposa Ramona Ayala (Mony), matrimonio proveniente de Zacatecas, con notoria calidad humana, respeto y amabilidad en su trato. “El Paso del Yaqui”, le llamaron al abarrotes que pronto creció atendiendo las demandas de alimentos, verduras, pan, carnes, leche bronca, de las familias.

Pero también en “El Paso del Yaqui” se vendían enseres para el campo como lámparas para regadores de siembras, botas de hule, palas, mangueras, piolas, petróleo, lonas.

Efectivamente, era la senda natural de la gente, porque a ese lugar llegaban familias campesinas dotadas de tierras por el presidente Lázaro Cárdenas en 1936-37, concertando créditos con don Salvador “para pagarle cuando llegue la liquidación”, decían. La tienda, en el devenir de los años fue atendida también, esporádicamente, por los hijos de don Salvador y doña Mony, Poncho, Yolanda, Rubén Varela Ayala.

La “liquidación” era la rendición de cuentas y reparto de utilidades en los ejidos colectivos, luego de las cosechas y venta de las siembras, lo que daba pie a temporadas de bonanza y algarabía de las familias ejidatarias, pero también de preocupación por parte de mujeres amas de casa, porque el dinero, en muchos casos, era despilfarrado por los campesinos en cantinas y en la zona de tolerancia de Plano Oriente.

Actualmente, en la citada esquina donde nació “El Paso del Yaqui”, se encuentra una tienda denominada “Tres Hermanos”.

Eran épocas de transición social. Cuando el paisaje tranquilo comenzaba a transmutarse, entrando a los balbuceos de una modernidad no asimilada.

Tiempos en que las antiguas costumbres de la convivencia cotidiana empezaron a erosionarse lentamente, ante el influjo exigente del desarrollo, propiciando el cambio de viviendas de chiname (horcones, techo de tierra y paredes de carrizo enjarradas con lodo) por ladrillo y cemento. Introducción de drenaje, agua potable, alumbrado público, estufas de gas que reemplazaron las hornillas para leña. Pero, lamentablemente, cambió también la conducta y el comportamiento humano…

Se cumplía, pues, el sino inexorable de toda sociedad que, como organismo vivo, nace, crece, se reproduce y alcanza nuevos horizontes…

Le saludo, lector.

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