De tonto ni un pelo

576
0
Capturadepantalla2024-04-26alas192343
PrevencionEmbarazo
Lactanciapornostros4
Capturadepantalla2023-02-13alas213814
Capturadepantalla2023-02-13alas214531
Capturadepantalla2022-09-12alas043937
Capturadepantalla2023-02-13alas215907
Capturadepantalla2023-02-13alas220711
previous arrow
next arrow

Corren Rumores

De tonto ni un pelo

Hilario Olea

LA ERA DE ECHEVERRÍA…Fue noticia nacional, a los cien años murió Luis Echeverría, un polémico presidente de México que marcó una época por su gobierno populista. En su tiempo sus adversarios y opositores lo acusaron de que era un tonto y además que estaba loco. Pero de tonto no tenía un pelo. Era perversamente inteligente y muy tenebroso. Destacaron frases tipo Peña Nieto, como aquella que dijo de que no nos beneficia ni nos perjudica, sino todo lo contrario.  Incluso se manejó el chiste, que hoy sería meme,  cuando José López Portillo llegó a la presidencia, y para destacar que era un tonto, de que a JLOPO le pusieron el tractor, porque había sustituido al buey. Esa fue la campaña impulsada por la clase media y la clase empresarial, y miren que al final logró su propósito de que Echeverría fuera considerado un estúpido. Pero insistimos, no era idiota, sino tremendamente perverso.

ECHEVERRÍA EN SONORA… En Sonora que se puede acordar de Echeverría, de que promovió las invasiones de tierras, sobre todo en el Valle del Yaqui. Pero esto fue una torpeza política, porque en lugar de entregar las tierras que habían quitado a los agricultores privados, se la entregaron a quienes ni conocían la tierra. Esto provocó que surgiera en Sonora la corriente conocida como los Bárbaros del Norte, con lo que el PAN se posicionó como verdadera fuerza política  También vimos su faceta populista, como cuando fue a Naco porque le lloró un alcalde. O la noche que pasó en Navidad con los Yaquis, algo no contemplado en la agenda de la visita empresarial. Curioso, como era tal la el boato que acompañaba las giras presidenciales de Echeverría, que los yaquis nunca se lo reconocieron.

LA EGOLATRIA… Como todo gobernante populista, Echeverría se destacó por uns enorme egolatría. Sufrió lo que se conoce como megalomanía y no solo eso, sino también la enfermedad del hibris, que es apegarse tanto al poder que creen que son dioses. Echeverría era inteligente, pero al mismo tiempo era demasiado ambicioso. Acumuló tal poder como presidente que pensó que podía cambiar a todo el país.  Y no solo eso, sino también ser un líder del mundo, al grado de que aspiró a ser el presidente de la ONU o cuando menos líder de los países del tercer mundo.  En todo tubo rechazo, porque todos sabían que no trabajaba más que para su vanidad. Con todo y sus discursos de apoyo a Cuba o dejar entrar a miles de chilenos del gobierno de Allende, todo mundo sabía que no era por convicción sino por interés y ambición.

SUPO SER ARRASTRADO… Para conseguir su candidatura llevó a cabo dos estrategias. Primero ser arrastrado en grado sumo con el presidente Gustavo Díaz Ordaz. Y asegundo, descarrillar la candidatura de Antonio Ortiz Mena, el brillante secretario de Hacienda que estaba logrando el milagro del desarrollo estabilizador. Lo primero, lo hizo con acciones que no salían en los  periódicos pero llegaban a oídos del presidente. Como aquella anécdota que escuchamos de viva voz de un coronel del Estado Mayor Presidencial, que nos platicó que en una ocasión en que se celebraría el aniversario del 5 de Mayo en Puebla y donde debería estar el presidente Díaz Ordaz en el fuerte de Guadalupe, Echeverría llegó a bordo de un helicóptero a las 6 de la mañana a ese lugar para verificar donde estaría sentado el presidente. Probó que la silla no tuviera problemas. La acomodó y se fue.  De ese tamaño la muestra de lealtad.

NUNCA MOSTRO SU ROSTRO…Otra cosa que hay que ver en la historia de Luis Echeverría es que antes de ser presidente nunca mostró su verdadero rostro.  Díaz Ordaz lo veía y se veía a si mismo. Por eso cuando se vino la crisis del 68 y el presidente optó porque su sucesor fuera alguien leal, pero también con capacidad para evitar el desborde social en el país, escogió a Echeverría, porque nunca supo que quien operó la masacre de Tlaltelolco, como lo muestran los documentos del general Marcelino García Barragán en el libro  Parte de Guerra. Fue hasta que estuvo destapado cuando Echeverría comenzó a mostrar su verdadero rostro. De ahí la versión que Díaz Ordaz buscó sustituirlo, pero el sistema no se lo permitió.

NO SE DEJEN ENGAÑAR… Cierto  que hay mucho que culpar a Echeverría. Pero la lectura que nos deja su imagen  es que no debemos dejarnos engañar por gobernantes que parecieran que están locos o que son tontos, como dicen hoy López Obrador. Nada más alejado de la verdad. Son en realidad increíblemente perversos. Buscan lograr su propósito personal que lo pueden hacer si la población no se da cuenta de sus perversidades. Con Echeverría se evitó que México se convirtiera en otra Cuba.  Pero ahora, vamos que volamos para convertirnos en otra Venezuela y  no sabemos si habrá suficiente oposición para evitarlo. Por lo pronto, les aconsejo que estudien bien la vida de Echeverría, no basados en estúpido prejuicios, sino en la cruda realidad. Si lo revisan se darán cuenta que estamos viviendo la misma época.

En fin, iniciamos semana y por lo mismo, recordemos lo que decía el capitán Almada, no hay gobernantes tontos, sino pueblo pendejo. Sale.

Comentarios