Poema de domingo.- Llora ciega la lluvia las baladas de invierno. Su corazón dormido palpita hecho pedazos. Cada voz ronca y triste hacen huir mis sueños que se marchan vestidos por nocturnos relámpagos…
Lamenta mi guitarra la ausencia de tus besos. Construyo tu figura con golpes de recuerdos, largas cavilaciones van pudriendo mi anhelo, mientras, llena de iras, la noche me congela…
Bernardo Elenes Habas
Cuando se detuvieron
los relojes
y el tiempo cayó herido,
como pájaro insomne
murmuré mi conjuro
igual que un antiguo
sacerdote.
Prometí sembrar
mis huellas en nuevas
avenidas, caminos
seculares,
pero no recorrería más
el sendero de tu nombre,
la vereda gris, tortuosa,
difícil de tu amor…
Alcé mi copa
oficiando el servicio
religioso de tu olvido,
llevando en mi recuerdo
los morenos contornos
de tu cuerpo,
tus ojos infinitos, anhelantes,
tus senos tibios y pequeños,
tu piel suave y ardiente,
silvestre territorio
que no pude recorrer
completamente…
Había, por fin,
espantado mis fantasmas…
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