Los trabajos que por ahora están a salvo y no pueden ser realizados por la inteligencia artificial

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Desde el comienzo de la revolución industrial, ha habido amenazas de que nuevas máquinas –desde telares mecanizados hasta microchips– usurparían los empleos humanos. En su mayor parte, los humanos han prevalecido.

Ahora, dicen algunos expertos, con la ubicuidad de la inteligencia artificial en el horizonte, la amenaza se está haciendo realidad: los robots realmente vienen a quitarnos algunos trabajos.

Un informe de 2023 de Goldman Sachs estimó que la IA capaz de generar contenido podría realizar una cuarta parte de todo el trabajo que realizan actualmente los humanos.

En la Unión Europea y Estados Unidos, señala además el informe, la automatización podría hacer que se pierdan 300 millones de puestos de trabajo. Y eso podría ser terrible, dice Martin Ford, autor de “Rule of the Robots: How Artificial Intelligence Will Transform Everything”.

“No es sólo que esto le suceda a individuos, sino que podría ser bastante sistémico”, sostiene. “Le podría pasar a mucha gente, potencialmente de forma bastante repentina, potencialmente a todas al mismo tiempo. Y eso tiene implicaciones no sólo para esos individuos, sino para toda la economía”.

Afortunadamente, no todo son malas noticias. Los expertos hacen sus advertencias con una salvedad: todavía hay cosas que la IA no es capaz de hacer, como tareas que involucran habilidades claramente humanas, como la inteligencia emocional y la capacidad de pensar fuera del marco establecido.

Y asumir roles que se centren esas habilidades podría ayudar a reducir las posibilidades de ser reemplazado.

Trabajos “protegidos”

“Creo que en general hay tres categorías que estarán relativamente protegidas en el futuro previsible”, dice Ford. “La primera serían trabajos que sean genuinamente creativos: no estás haciendo un trabajo convencional o simplemente reorganizando cosas, sino que realmente estás generando nuevas ideas y construyendo algo nuevo”.

Eso no significa necesariamente que todos los trabajos que se consideran “creativos” sean seguros. De hecho, aspectos como el diseño gráfico y los roles relacionados con las artes visuales pueden estar entre los primeros en desaparecer.

Los algoritmos básicos pueden ordenar a un robot que analice millones de imágenes, lo que permite a la IA dominar la estética al instante.

Pero hay cierta seguridad en otros tipos de creatividad, dice Ford: “en la ciencia, la medicina y el derecho… personas cuyo trabajo consiste en idear una nueva estrategia legal o de negocios. Creo que allí va a seguir habiendo un lugar para el ser humano”.

La segunda categoría protegida, continúa, son los trabajos que requieren relaciones interpersonales sofisticadas. Ford se refiere a enfermeras, consultores empresariales y periodistas de investigación.

Estos son trabajos, afirma, “en los que se necesita un conocimiento muy profundo de la gente. Creo que pasará mucho tiempo antes de que la IA tenga la capacidad de interactuar de forma tal que realmente construya relaciones”.

La tercera zona segura, dice Ford, “son trabajos que realmente requieren mucha movilidad, destreza y capacidad para resolver problemas en entornos impredecibles”. Muchos oficios (pensemos en electricistas, plomeros, soldadores y otros trabajos similares) entran en esta categoría.

“Este es el tipo de trabajos en los que te enfrentas a una situación nueva todo el tiempo”, añade. “Probablemente sean los más difíciles de automatizar. Para automatizar trabajos como este, necesitarías un robot de ciencia ficción. Necesitarías el C-3PO de Star Wars”.

Aspectos que se automatizarán

Si bien es probable que los humanos permanezcan en empleos que caen dentro de esas categorías, eso no significa que esas profesiones estén totalmente protegidas del crecimiento de la IA.

De hecho, señala Joanne Song McLaughlin, profesora asociada de economía laboral en la Universidad de Búfalo, EE.UU., la mayoría de los empleos, independientemente de la industria, tienen aspectos que probablemente serán automatizados por la tecnología.

“En muchos casos, no existe una amenaza inmediata para los puestos de trabajo”, afirma, “pero las tareas cambiarán”. Los trabajos humanos se centrarán más en las habilidades interpersonales, continúa Song McLaughlin.

“Es fácil imaginar que, por ejemplo, la IA detectará cánceres mucho mejor que los humanos. En el futuro, supongo que los médicos utilizarán esa nueva tecnología. Pero no creo que se reemplace todo el papel del médico”.

Aunque un robot puede aparentemente hacer un mejor trabajo a la hora de encontrar el cáncer, afirma, la mayoría de la gente seguirá queriendo que sea un médico (una persona real) quien les informe sobre ello.

Esto es cierto para casi todos los trabajos, añade, por lo que desarrollar esas habilidades específicamente humanas podría ayudar a las personas a aprender a hacer su trabajo junto con la IA.

“Creo que es inteligente pensar realmente: ‘¿qué tipo de tareas dentro de mi trabajo serán reemplazadas o serán mejor realizadas por computadora o IA? ¿Y cuál es mi habilidad complementaria?’”.

Song McLaughlin pone como ejemplo a los cajeros de banco, que alguna vez tuvieron que ser contadores de dinero muy precisos. Ahora esa tarea se ha automatizado, pero todavía hay un lugar para el cajero.

“La tarea de contar dinero quedó obsoleta debido a una máquina”, afirma. “Pero ahora, los cajeros están más centrados en conectarse con los clientes y presentar nuevos productos. La habilidad social se ha vuelto más importante”.

Es importante señalar, dice Ford, que una educación avanzada o un puesto bien remunerado no es una defensa contra el avance de la IA. “Podríamos pensar que una persona con un trabajo administrativo ocupa un lugar más alto en la estructura que alguien que se gana la vida conduciendo un coche”, señala.

“Pero el futuro del empleado administrativo está más amenazado que el del conductor de Uber, porque todavía no tenemos coches autónomos, pero la IA ciertamente puede escribir informes. En muchos casos, los trabajadores más educados se verán más amenazados que los trabajadores menos educados. Piensa en la persona que trabaja limpiando habitaciones de hotel: es muy difícil automatizar ese trabajo”.

En resumen, buscar roles en entornos dinámicos y cambiantes que incluyan tareas impredecibles es una buena manera de evitar la pérdida de empleos a causa de la IA. Al menos por un tiempo.

Fuente: BBC

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