Lo tomas cada mañana sin pensar, pero un estudio reciente advierte que el café instantáneo podría afectar tu salud visual. La ciencia lo explica.

Un estudio publicado por la revista científica Food Science & Nutrition y realizado por la Wenzhou Medical University ha encontrado una relación genética entre el consumo frecuente de café instantáneo y un mayor riesgo de desarrollar degeneración macular seca relacionada con la edad (DMAE), una de las principales causas de ceguera irreversible en adultos mayores.
La relación no es tan evidente a primera vista —como sucede con la propia enfermedad—, pero los científicos están encontrando vínculos preocupantes entre la genética del consumidor de café instantáneo y el deterioro progresivo de la mácula, la parte central de la retina.
Según el estudio, que utilizó el extenso biobanco genético del Reino Unido con datos de más de 350 mil personas, los genes que predisponen a preferir el café instantáneo también coinciden con una mayor susceptibilidad a padecer DMAE seca.
Y no es poca cosa. La forma seca de esta enfermedad representa cerca del 90 % de los casos de degeneración macular, según datos del National Eye Institute de EE. UU. Una condición crónica, sin cura, que avanza silenciosamente… y sin síntomas evidentes hasta que es demasiado tarde.
Café instantáneo y genética: el eje del problema
¿El café es malo? No necesariamente. Lo preocupante, advierten los autores, es la combinación entre predisposición genética y el tipo específico de café: el instantáneo, que suele contener más acrilamidas (compuestos químicos generados al tostar en exceso) y aditivos derivados del procesamiento industrial.
Según Ophthalmology, esta conexión sugiere que el daño no proviene solo del contenido nutricional, sino del proceso mismo de fabricación y del patrón genético del consumidor.
¿Cuáles son los riesgos reales para tu vista?
La degeneración macular seca provoca:
- Visión borrosa o distorsionada
- Pérdida de visión central
- Dificultad para leer o reconocer rostros
- Puntos ciegos en el campo visual
Aunque los síntomas suelen aparecer lentamente, el daño a la retina es irreversible. Por eso, la prevención es esencial.