Frente al mar de la posibilidad..
Al caminar a la orilla del mar, experimentando la sensación que provoca la ola bañando nuestros pies, mientras se entierran en la fina arena, se despiertan emociones de placer, bienestar, felicidad, alegría, nostalgia, si miramos de frente al horizonte encontramos como el mar y el cielo se pierden ante la inmensidad, uniendo lo terrenal y lo místico; entrando en instantes de conexión con el Ser Superior, tu Divinidad, esa a la que por medio de la “Gratitud” manifiestas estar ahí, o bien en conexión contigo mismo, en introspección, análisis de lo vivido, de lo creado y experimentado que nos lleva a la reflexión; observando como ha pasado la vida, y me invita a la meditación….
Toda esa inmensidad y ese océano que se abre frente a nuestros ojos cada que visitamos el mar, bañados por la ola, y bronceados por el sol, nos permite y abre la posibilidad de demostrar las habilidades de nadadores, arriesgando un poco para disfrutar, enfrentar el miedo que provoca ser revolcado, y halado mar adentro, rasparnos en la arena, con la siguiente posibilidad de tragar su agua salada…o perderse en él.
Como verás así como el océano nos abre un mar de posibilidades por experimentar, así también la Vida, esta es una pequeña analogía, de lo que la vida nos ofrece a cada instante, a cada minuto de nuestra existencia, donde en algunos momentos somos arriesgados para abrazar el miedo y traspasar la frontera de lo no vivido, de crear y guardar en nuestras células nuevas memorias de emociones creadas por nuestras decisiones.
El Ser humano proyecta en la pantalla de la vida todo lo que hay contenido en la mente, la consecuencia de sus experiencias, de sus miedos, de sus creencias, de sus juicios, del amor, educación, preparación académica, tantas cosas guardadas en el inconsciente.
Muchas posibilidades pasan a diario por nuestra vida, y las dejamos sin poner atención, por el miedo de salir de ese esquema con el cual fuimos programados, adiestrados, educados, midiéndonos con los estándares que rige la sociedad, para no salir del patrón donde todos a aprueban a pesar de que no me dan resultados favorables, cuanta inspiración hay en nosotros, detrás de todo lo que hacemos? Alguna vez te lo has preguntado, o simplemente estoy siendo copia de todo aquello que creo ver? Cuantos para qué? resueltos tienes a las tareas cotidianas, y proyectos de vida?
Muchos basan su vida en influencers porque creen seguir estrategias que funcionaron a otros, sin darse permiso de crear las propias por sentirse incapaces de validar lo que piensan, lo que son, y lo que quieren. Hay un gigante dormido en nuestro interior, y ese eres Tú mismo, siempre y cuando te permitas abrirte a la posibilidad de dejarlo salir, validar lo que siente, lo que vibra y emociona.
Vivir todos los días luchando por algo, no es vida, vivir eligiendo como quieres vivir, sin la lucha del poder y crear nuevas oportunidades solo lo da “ACEPTAR LA POSIBLIDAD DE SER TU MISMO”, solo cuando cuestionamos aprendemos y observamos que es lo que nos aleja de lo que más deseamos.
Otro punto importante es la genética, sin juicio analiza cómo es tu familia, carácter, patrón de conducta más fuerte que rige en casa, que escuchabas de pequeño (a), a que le tenían miedo, cuales son los dichos que se usaban con más frecuencia, cuantas metas cumplieron, o cuantos sueños se pusieron en marcha y realizaron.
A cuantos amigos les preguntas para escuchar lo que quieres escuchar; terminas haciendo lo que ellos dicen, como podrás comprender, nosotros mismos nos cerramos al océano de la POSIBILIDAD, de ser, tener y hacer algo diferente, reafirmando las creencias limitantes con las que crecí.
La observación es el mejor Maestro, deja escapar la sabiduría que da el conocimiento, sin olvidar que la mente es la causa de mi vida, porque soy yo quien da la instrucción y dirección al cerebro para poder tomar acción y realizar aquello que concibo cada instante.
Te atreverías a experimentar algo diferente y nadar por el océano de las posibilidades que ofrece la vida?
Te sumas?
Hasta Pronto!!
Gaby Olivera
Gabydeas®
