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La revolución pacífica de Manlio.- El horizonte político-electoral está agotado, y urge desbrozar nuevos caminos.- El PRI debe desdoblarse hacia la izquierda, no hacia la acumulación insultante

Bernardo Elenes Habas

(Un abrazo solidario al diputado federal Abel Murrieta Gutiérrez, a su familia, ante la irreparable pérdida de su mamá, señora Rosario Gutiérrez de Murrieta).

Es una revolución pacífica, donde el elemento principal son las ideas y la experiencia, puestas, sin egoísmos, al servicio de México, la que propone Manlio Fabio Beltrones Rivera.

Así se percibe, en la reciente entrevista publicada por El País, donde el sonorense aborda con emoción y congruencia la importancia de abrir nuevos caminos para la patria y los mexicanos, ante un horizonte político-electoral agotado.

Las señales de los tiempos, lo sabe bien Manlio, exigen sopesar el presente, reconocer la crudeza de su realidad; y ante esas circunstancias, se constituye en un compromiso histórico no permitir que las cosas sucedan y los ríos de la esperanza se sequen, hasta que la nación haga extremos y se llegue a lo impredecible.

La realidad está, ya, a la vuelta de la esquina, bajo el estigma de las elecciones del 2018, cuando lo que se pondrá en juego no será la Banda Presidencial, el señorío de Los Pinos, el síndrome del poder frío y soberbio, sino México: sus familias, la definición de presente para dar el gran paso, con paz, unidad, equilibrio social y político, distribución justa de su riqueza, hacia el futuro; el que deberá comenzarse a construir a partir del año próximo.

“No me preocupa quién gane, sino que quien gane pueda gobernar”, dice Beltrones Rivera, el oriundo de la Colonia Irrigación, el que sabe cómo se forjan los sueños desde las calles desnudas del pueblo, las que se convertían en lodazales con las lluvias de agosto”

Despojado de pasiones y de siglas partidistas a pesar de sus 40 años de militancia en el PRI, Manlio reconoce que junto con su partido y los demás partidos, el régimen político del país está agotado, lo que obliga a construir los puentes por los que transite la congruencia, la solidaridad, la raíz de patria, para instaurar, a través de los gobiernos de coalición una Presidencia de la República compartida, no dividida, sea quien sea el Mandatario”

Pero, además, envía un mensaje claro y contundente, a quienes se han quedado en las entrañas del PRI de grupos. De quienes defienden y disfrutan el pasado de las hegemonías, las cofradías avasallantes. De aquellos que se erigen como propietarios del poder económico y político, que, ciertamente, son parte del conservadurismo priísta.

Expresando que el daño más grave que podía sacudir a su partido, sería desdoblarse hacia la derecha, tal como le sucedió al PRD, quien con sus alianzas electorales con sus antítesis ideológicas, se diluyó, y dio origen al nacimiento de Morena.

Queda claro, pues, que la batalla que libra Manlio Fabio Beltrones no es por la Presidencia de la República, no es por la vara de mando. Es por México, por sus raíces definitivas, las que peligrosamente se han olvidado, dejando de lado la lucha contra la desigualdad, desdeñando el crecimiento económico en los hogares, la fortaleza de la educación pública, la generación de empleos bien remunerados, y el reparto justo de la riqueza del país que es heredad colectiva”

Las condiciones objetivas y subjetivas están dadas, para definir cambios de fondo en México. Sin más simulaciones en el Congreso de la Unión. Sin más indiferencia en el Gobierno de la República. Pensando en las familias, mujeres, hombres, jóvenes, niños, para dar paso a la formación del hombre nuevo” y nunca más generar batallones de sombras que sólo aspiran a sobrevivir al día siguiente, en un país extremadamente rico, pero lleno de contrastes”

Le saludo, lector.

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