La voz de Morena
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Gilberto Armenta
Célida Teresa López Cárdenas es la voz de Morena en el Congreso. Antes era la voz de la defensa del padrecismo. Lo sigue siendo.
¿Qué tanto le abona a Morena que ella hable por ellos?
La combinación de intereses es multiforme. Morena urgía de alguien que les hiciera ruido en el Congreso, ya que José Ángel Rochín López fue expulsado de Morena en agosto del 2016. Y ahora el periodo electoral obliga a Alfonso Durazo Montaño a contar con una sinfonía entre los legisladores, que permee que el partido que él representa “vigila” por los intereses del sonorense.
Por eso a Morena le abona mucho que la padrecista Célida López hable por ellos, grite por ellos, golpee la tribuna como ellos, vocifere desde la curul por ellos. Pero le resta mucho al abono mencionado cuando se entiende que Célida le pertenece al memo Padrés.
Por eso hay una línea electoral en la que Morena no tendrá voz ni representación en el Congreso de Sonora. Mire usted:
La lucha contra la corrupción es lo que el sonorense quiere entender en cada candidato que le pida el voto.
La exhibición de una estructura que transparente el gasto del recurso publico también.
Una oferta de que los funcionarios bajaran sus sueldos y sus prebendas igual.
Y ciertamente esos son temas que Morena viene enarbolando rumbo a las elecciones del 2018.
Pero Célida López Cárdenas no puede hablar sobre combate a la corrupción, porque deberá entonces hablar de Guillermo Padrés Elías. Y si ella va a hablar del ex gobernador panista, será solo para defenderlo, y eso no le conviene a Morena.
O quizá por ahí venga el ofrecimiento de amnistía a probados delincuentes de Andrés Manuel. Quién sabe.
Tampoco puede hablar de transparencia, porque en su carrera como funcionaria padrecista no defendió esa postura, sino que, al igual que el resto del gabinete estatal de Guillermo Padrés, se escondió detrás de la acción de quienes del 2009 al 2015 hicieron de todo, menos transparentar su actuar. ¿Bajarse el sueldo y eliminarse prebendas? ¡Jamás lo hará!
Lo que si es un hecho es que Célida López le da la espalda a los sonorenses en un ánimo exclusivo por mantener su membresía con el partido que le dio la oportunidad de vengarse del PAN, y de Damián Zepeda Vidales, y de David Galván Cazares.
Y así, de manera ladina, ella se dice ser ahora la voz de Morena en el Congreso local, sabiendo bien que su acostumbrada prosa es más bien padrecista. Y Morena se regodea con ella porque por primera vez en su historia en Sonora cuentan con alguien que le habla palabras bonitas al vulgo, aunque no entiendan ni pío lo que dice. Total, solo se trata de gritarle a la mafia del poder.
Quien si gritó fuerte fue la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano. El tema de la carretera de cuatro carriles sigue vigente, y la SCT tiene la urgente necesidad de accionar.
Todos los días están operando en esa carretera entre 40 y 60 desviaciones diferentes. Todos los días las empresas que están trabajando en la carretera están incumpliendo con una correcta señalización.
Pero el tema va más allá de colocar luces reflectoras o anuncios luminosos. La carretera debería estar dividida al centro de los carriles de tal forma, que impida por completo la oportunidad del rebase a aquellos impacientes que sienten que la velocidad de sus vehículos es suficiente como para ir bamboleando su unidad de carril en carril.
Pero no sucede nada, y mientras tanto la SCT sigue a la expectativa, intentando reaccionar.
Quienes sí reaccionaron y bien fueron los diputados en el Congreso Local de Sonora, que a excepción de unos cuantos, aprobaron un presupuesto austero, acorde a la realidad ciudadana y que prioriza inversión en la gente, sin la creación de nuevos impuestos ni aumento a los ya existentes, valuado en 64 mil 17 millones 94 mil 424 pesos, de los cuales la mitad se destinará a gasto social.
Además, aprobaron la reestructura de la deuda que permitirá que el estado se ahorre 262 millones de pesos en el 2018, y de mil 77 millones del 2018 hasta el 2021. Este ahorro se destinará a obra pública en beneficio de los sonorenses, y no a pago de intereses que por concepto puro, se perdían en medio de la nada.
Así, Sonora sigue adelante con su recuperación, a pesar de las cambiantes voces entre los diputados en el Congreso, que un día representan a un partido, y otro día representan, según le convenga, al partido de enfrente, mientras que otros mas responsables como Epifanio Salido, Flor Ayala, Luis Serrato y Moisés Gómez dejaron de lado sus intereses partidistas, y legislaron con excelencia en beneficio de los sonorenses. Bien por ellos, mal por los otros.
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