Inesperado varapalo para Joaquín Sabina. El cantante está obligado a pagar a Hacienda 2.5 millones de euros después de que la Audiencia Nacional haya rechazado su recurso contra una liquidación correspondiente a esa cantidad en concepto del IRPF de los años 2008, 2009 y 2010 por sus derechos de autor, cedidos a empresas familiares.
Sabina ya había reclamado por la vía administrativa ante el Tribunal Económico-Adinistrativo y ahora han sido los magistrados de la Audiencia Nacional quienes han dado la razón a la Agencia Tributaria en su pugna con el artista por no haber tributado correctamente sus derechos de autor durante varios años.
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