De una pequeña cafetería a una cadena de restaurantes mundial: La historia de KFC

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Foto de Wikipedia

Kentucky Fried Chicken, o KFC, es una de las cadenas de restaurantes más reconocidas y exitosas del mundo, con más de 22.000 establecimientos en más de 135 países. Pero la historia de KFC comenzó en 1930, cuando su fundador, Harland Sanders, abrió una pequeña cafetería de comidas caseras en Kentucky, Estados Unidos.

Sanders, también conocido como el “Coronel”, se hizo famoso por sus recetas de pollo frito, que cocinaba en una freidora a presión. Después de años perfeccionando su técnica, Sanders comenzó a franquiciar su negocio, y en 1952 abrió su primer restaurante KFC en Utah.

El éxito de KFC se debió en gran parte a su famosa receta de pollo frito, que todavía se utiliza hoy en día y que es secreta. Además, la compañía desarrolló un enfoque innovador para la franquicia, al proporcionar a los franquiciados todo lo necesario para operar un restaurante exitoso, desde los equipos de cocina hasta el merchandising y la publicidad.

En la década de 1960, KFC se expandió internacionalmente, abriendo sus primeros restaurantes en Canadá, Gran Bretaña, México y Jamaica. En la década de 1970, la compañía fue adquirida por la empresa de alimentos Heublein Inc., y comenzó una campaña de marketing agresiva que incluyó el famoso eslogan “Finger Lickin ‘Good” (Buenísimo para chuparse los dedos).

A medida que KFC continuó expandiéndose en todo el mundo, también diversificó su menú, agregando opciones como sándwiches de pollo, ensaladas y postres. En la década de 1990, la empresa se unió a PepsiCo, formando la compañía Yum! Brands, que también incluye las cadenas de restaurantes Pizza Hut y Taco Bell.

Hoy en día, KFC es una de las marcas más reconocidas y amadas en la industria de la comida rápida, con millones de clientes en todo el mundo. A pesar de la competencia en el mercado, KFC ha mantenido su reputación como líder en la industria del pollo frito, y continúa innovando y expandiéndose en nuevos mercados y oportunidades de crecimiento.

En resumen, la historia de KFC es un ejemplo inspirador de cómo una pequeña cafetería puede convertirse en una cadena de restaurantes mundial. Con su receta secreta de pollo frito y su innovador enfoque de franquicia, KFC ha dejado su huella en la industria de la comida rápida y ha mantenido su posición como uno de los favoritos de los consumidores en todo el mundo.

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