La Cámara de Diputados de Italia aprueba definitivamente, la ley que prohíbe la producción y venta de alimentos sintéticos, como la carne cultivada.
Se prevén multas desde 10.000 a 60.000 euros o el 10 por ciento de la facturación, por cada infracción.
Todo tipo de carne que se consuma en Italia deberá tener un selo de certificado donde diga que es derivada de un animal directamente.
El gobierno ultraderechista de Giorgia Meloni impulsó la normativa, argumentando las posibles desigualdades nutricionales y la falta de estudios científicos que respalden estos alimentos. La medida, sin embargo, genera controversia entre la oposición, que destaca la falta de conclusiones científicas que justifiquen su prohibición absoluta.
Comentarios