un estudio dirigido por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rochester (EE.UU.), que descubrió que la leche materna brinda protección contra esta patología que causa diarrea, vómitos y fiebre
Los beneficios de la leche materna en los bebés son sobradamente conocidos. Pese a ello, no paran de descubrirse nuevas ventajas de su consumo. La última de ellas, la ha desvelado un estudio dirigido por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rochester (EE.UU.), que descubrió que la leche materna brinda protección contra el rotavirus, una enfermedad gastrointestinal común que causa diarrea, vómitos y fiebre en los bebés.
De esta manera, el estudio publicado en Journal of Clinical Investigation y financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates, ha detectado que los bebés cuyas madres tenían altos niveles de anticuerpos específicos en la leche materna pudieron defenderse de la infección durante un período más largo que los bebés cuyas madres tenían niveles más bajos. Igualmente, encontró diferencias significativas en los perfiles de anticuerpos en la leche materna entre madres de países de ingresos altos (PIA) y países de ingresos bajos y medios (PIMB).
Los investigadores de la Universidad de Rochester analizaron muestras de leche materna de hasta 695 mujeres en Finlandia, Estados Unidos, Pakistán, Perú y Bangladesh
Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores de la Universidad de Rochester analizaron muestras de leche materna de hasta 695 mujeres en Finlandia, Estados Unidos, Pakistán, Perú y Bangladesh, y midieron anticuerpos IgA e IgG específicos, que son anticuerpos comunes producidos en la leche materna, contra 1.607 proteínas de 30 patógenos.
La investigación, dirigida por la Dra. Kirsi Jarvinen-Seppo, profesora de la División de Alergia e Inmunología del Hospital Infantil Golisano (GCH) de UR Medicine, realizó un seguimiento de los niveles de anticuerpos y la cinética a lo largo del tiempo para analizar las respuestas de los anticuerpos a una amplia gama de patógenos respiratorios, diarreicos y de sepsis en la leche materna. El objetivo principal del estudio fue comprender las propiedades protectoras de estos anticuerpos y cómo varían en diferentes regiones geográficas y económicas.
“Esperaríamos encontrar diferencias en los niveles de anticuerpos en diferentes países, debido a las diferentes enfermedades que circulan entre las áreas del mundo”
“Esperaríamos encontrar diferencias en los niveles de anticuerpos en diferentes países, debido a las diferentes enfermedades que circulan entre las áreas del mundo, pero esta es una de las primeras veces que se ha realizado una comparación directa para docenas de patógenos en varios continentes”, aseguró Jarvinen-Seppo, a quien le resultó “alentador” ver un vínculo tan claro entre niveles más altos de anticuerpos y un retraso en la infección por rotavirus, y esto “se observó de manera constante entre una cohorte de validación independiente”.
Del mismo modo, el estudio desveló otra serie de notables hallazgos. En primer lugar, que la leche de mujeres de países de ingresos bajos y medios contenía niveles más altos de anticuerpos IgA e IgG contra diversos patógenos intestinales y respiratorios en comparación con la leche de países de ingresos altos. Esta diferencia, explican los investigadores, fue particularmente notable en el caso de patógenos como Shigella y neumococo, que son importantes contribuyentes a la morbilidad y la mortalidad en niños pequeños. Por otra parte, un índice de masa corporal (IMC) más alto se asoció con niveles de anticuerpos más bajos, lo que contradecía las expectativas.
“Debido al aumento de las tasas de obesidad en todo el mundo, este podría ser un hallazgo significativo, pero es preliminar y se necesitan más investigaciones, ya que es la primera vez que se mide este dato”
“La variación en los perfiles de anticuerpos entre regiones resalta el impacto de los factores económicos y ambientales en la inmunidad materna. Además, habíamos previsto que las madres con bajo peso podrían tener niveles más bajos de anticuerpos debido a un peor estado nutricional”, afirmó Jarvinen-Seppo. “Debido al aumento de las tasas de obesidad en todo el mundo, este podría ser un hallazgo significativo, pero es preliminar y se necesitan más investigaciones, ya que es la primera vez que se mide este dato”, explicó Jarvinen-Seppo.
“Si bien los datos sobre la protección contra el rotavirus son convincentes, las variaciones geográficas y relacionadas con el IMC resaltan áreas en las que es esencial realizar más investigaciones. El estudio prepara el terreno para investigaciones adicionales que podrían conducir a una mejor comprensión e intervenciones para mejorar la salud infantil a nivel mundial”, concluyó la profesora de la División de Alergia e Inmunología del Hospital Infantil Golisano (GCH) de UR Medicine. Ahora, se espera que los hallazgos expuestos impulsen futuras investigaciones para mejorar la salud infantil mediante prácticas optimizadas de lactancia materna.