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La cobertura de campañas electorales permite, entre otras cosas, observar de cerca las condiciones en las que viven los sonorenses de todos los rincones del estado: de la costa a la sierra; del desierto al valle, a la frontera. Permite también calibrar el ánimo de la población, conocer sus problemas cotidianos, sus necesidades y sus expectativas.

Hace casi dos años nos tocó recorrer palmo a palmo casi toda la geografía sonorense y observar, no sin asombro, los estragos del desinterés y el olvido, las consecuencias de una agenda gubernamental saturada por los personalísimos afanes que se resumían en el hurto y el pillaje, mientras el deterioro en la calidad de vida de la gente carcomía sus esperanzas.

Todavía al inicio de este gobierno viajamos por carretera hasta Yécora y no sólo vimos el mal estado de las vías de comunicación. Vimos una casa semi derrumbada que alguna vez quiso ser clínica y dispensario médico; escuelas abandonadas. Estampas que se repetían en todos los pueblos.

Hace poco recorrimos la zona del Río Sonora y pudimos constatar que de aquella carretera hecha pedazos queda sólo el mal recuerdo, incluyendo daños a vehículos, ponchaduras y hasta accidentes fatales, sin contar las pérdidas económicas y las dificultades para el desarrollo de las actividades productivas.

Ayer, nos tocó viajar hasta Villa Pesqueira, unos cien kilómetros al noreste de Hermosillo, por una ruta que está irreconocible. Hace dos años esa carretera era un asco. Cualquiera que haya transitado por ella entonces, y lo haga ahora no podrá negar que el cambio es notable. Independientemente de filias y fobias políticas la diferencia es palpable y eso se manifiesta también en el ánimo de los pobladores de esa región, a quienes ya se les ve otro semblante.

La gira comenzó en San Pedro de la Cueva, donde la gobernadora Claudia Pavlovich entregó obras de pavimentación y de infraestructura hidráulica que requirió de una inversión cercana a los cinco millones de pesos; en Villa Pesqueira también entregó obras de pavimentación con concreto hidráulico con valor de 2.5 millones de pesos.

Y en Mazatán inauguró la rehabilitación de la carretera, el acto fuerte de esta gira donde buena parte de los créditos se los llevó el titular de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano, Ricardo Martínez Terrazas, dependencia que canalizó más de 70 millones de pesos para hacer posible estos trabajos. También el coordinador de CECOP, Manuel de Jesús Bustamante, que es el encargado de obras de infraestructura de menor monto, pero no menos valiosas para la gente.

Es claro que las cosas están cambiando en esa región y se siente en la relación de los alcaldes y los pobladores con la gobernadora, a quien tratan con confianza y efusividad; dialogan con ella sin prejuicios ni cortapisas, como una más en la plática de tú a tú.

De camino a Mazatán, desde Villa Pesqueira, la gobernadora rompe el protocolo y la agenda. Hace una parada en Nácori Grande para llegar a la tiendita del lugar, atendida por dos señoras tras un mostrador de madera rústica donde hay tortillas de harina, gorditas y sobaqueras recién hechas. Bueno, había, porque en unos cuantos minutos no quedó un solo paquete. Y es que ya eran casi las dos de la tarde y la gira comenzó temprano.

Allí mismo la gobernadora decide no continuar el trayecto en la Suburban oficial, y se trepa en la vagoneta donde viajan los colegas que cubren la gira, conviviendo desenfadadamente durante un buen rato, sin dejar, eso sí, de pegarle un buen llegue a las tortillas de harina.

II

A unos cuantos días de que el cabildo capitalino discuta y en su caso apruebe el tema de la concesión del mantenimiento del servicio de alumbrado público, todo parece indicar que ya se alcanzaron los acuerdos políticos necesarios y la propuesta del alcalde Maloro Acosta pasará por esa instancia, condicionada a que no lesione la economía de los hermosillenses.

Esta condición fue puesta por los regidores y diputados del PAN, que ayer por la mañana se apersonaron en la sede del Ayuntamiento acompañados de sus dirigentes estatales, para advertir que sus ediles no aprobarían la propuesta si ésta implica comprometer recursos de participaciones federales e ingresos de impuestos como el predial.

El pequeño contingente de panistas llegó al Ayuntamiento buscando al alcalde con la esperanza de que no los recibiera, para tener motivos que justificaran la beligerancia de sus exigencias (jijiji), pero cuál sería su sorpresa (más jijijiji) al ver que sí los recibió y no solamente eso, sino que les explicó que recién acababa de presentar un compromiso público y firmado, en el sentido de que la concesión no se traduciría en más costos para los ciudadanos.

Y es que minutos antes, el Maloro había garantizado por escrito que la contraprestación por la concesión del mantenimiento al alumbrado público será pagada exclusivamente con recursos del DAP (Derecho de Alumbrado Público), un impuesto que ya se paga y que no representa una erogación extra al ciudadano. Ese mismo compromiso será solicitado a la empresa que resulte ganadora de la concesión.

“Suscribo este compromiso de frente al ciudadano, para garantizarle que modernizar uno de los servicios no irá, en ningún momento, en detrimento de algún otro, pues no serán afectados otros ingresos del Gobierno Municipal; no será deuda y no le costará más al ciudadano”, subrayó el alcalde.

Con esto, es previsible que los regidores panistas (que inicialmente habían votado a favor de la propuesta y luego advirtieron que votarían en contra), ahora encontraron una salida más o menos ‘política’ para adelantar su aval ‘condicionado’ a algo que ya les cumplieron por anticipado.

Es decir, todo parece indicar que el tema ya se destrabó; la votación en cabildo tendrá fácilmente la mayoría requerida, prediciéndose el voto en contra de los dos regidores de Movimiento Ciudadano, a quienes los panistas dejaron chiflando en la loma, y el de Morena, que con su voto en contra ni gana ni pierde, sino todo lo contrario.

Como dato curioso, la regidora Diana Barrera no asistió a este encuentro. Ella, como se sabe, es la esposa de Sergio Luna Gutiérrez, ex funcionario del padrecismo que trae bastantes fierros en la lumbre de los juzgados después de su paso por la responsabilidad de implementar en Sonora el Nuevo Sistema de Justicia Penal, que entregó casi en cero, en sentido inversamente proporcional a sus cuentas bancarias, según se presume por algunas propiedades que le han encontrado y que harían palidecer a la moringa.

No es que se quiera ser malpensado, pero en la aritmética política, los priistas y sus aliados en el cabildo requieren de un solo voto más para hacer pasar la propuesta del alcalde, y con tantita ‘manita de cochi’ que le hayan hecho a alguien, podrían obtenerlo.

Claro, para no verse tan mal, los panistas están obligados a decir que el alcalde está reprobado, que se habrá de quemar en el infierno si no cumple con el compromiso de no gravar más el bolsillo ciudadano, que tiene que revertir el incremento al agua potable (que aprobaron los panistas con Javier Gándara) y que tiene que agarrar un marro y derrumbar el muro que construya Trump.

Pero al final, votarán a favor de la propuesta del Maloro, así que, como dijera Silvia Pinal, acompáñenme a ver esta triste historia…

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