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Uno de los pilares más importante de la democracia, es la libertad de expresión, que tiene el status de derecho humano fundamental, un derecho básico y muy útil en las sociedades modernas que se jacten de plurales y democrática, al dotar un flujo de información en constante retroalimentación. para formar lo que conocemos como opinión pública.

Los bonos de la libertad de expresión no han ido precisamente al alza en nuestro país, zonas enteras acosadas por una espiral de violencia provocada por la fuerte actividad del crimen organizado, ha obligado a muchos medios de comunicación a callar, so riesgo de ser silenciados a punta de pistola, como ya ha sucedido.

En esa barbarie de violencia que viven muchas zonas del país, también interviene la poca tolerancia del poder político a la crítica o los señalamientos, muchos periodistas han sufrido agresiones por realizar su trabajo señalando los errores voluntarios o involuntarios del poder político.

México es considerado como uno de los lugares más peligrosos para ejercer el periodismo en el mundo, comparado solamente con regiones con conflictos armados como Sira, Irak y Afganistán, según informes de la organización Articulo 19 que tiene documentadas más de 2 mil agresiones y 139 asesinatos a periodistas mexicanos desde el año 2 mil a la fecha.

En nuestro estado, aunque no se han alcanzado los niveles de violencia e inseguridad que se presentan en otras entidades de la Republica, si hemos sido testigos de amenazas, agresiones y violencia contra periodistas, incluso la desaparición de Alfredo Martínez Mota del periódico El Imparcial.

El cambio político catapultado por una sociedad iracunda, harta de malos gobiernos, pobreza, impunidad y un sistema político que se fue degradando a causa de la corrupción, no garantiza el respeto a la libertad de expresión de la fuerza política emergente que alcanzó el poder político casi absoluto de la mano de Andrés Manuel López Obrador.

Aunque Sonora no ha alcanzado los niveles de violencia de otras entidades del país, también han sido documentados ataques y amenazas a quienes ejercen el oficio de informar, como dije en renglones anteriores, la nueva etapa política que vivimos encabezada por un nuevo gobierno surgido de la izquierda, no garantiza el respeto a la libertad de expresión.

Para muestra un botón de la poca tolerancia a la crítica que están demostrando los gobiernos locales y representantes populares en ambas Cámaras en la Ciudad de México, ayer, mi amigo el periodista Arturo Soto Munguia, fue advertido por terceras personas, que un ex funcionario del Ayuntamiento de Hermosillo, Alejandro Moreno Esquer, quería golpearlo en represalia por publicar una columna donde narra las versiones surgidas a causa de su intempestivo despido del naciente periodo de gobierno en el Ayuntamiento de Hermosillo.

Hay que subrayar que los antecedentes de este señor Moreno Esquer, ya vienen salpicados de violencia, por un zipizape protagonizado ante cámaras y micrófonos en plena sesión del Instituto Estatal Electoral, el joven con ínfulas de pugilista, es hijo de Jaime Moreno Berry, ex dirigente del Partido del Trabajo.

Repito, la intolerancia a la crítica no es un caso aislado, les recuerdo el caso de la hoy Senadora Lilly Téllez que indignada porque le preguntamos si el discurso de austeridad de Morena empataba con el reloj Cartier que portaba y con la casa que rentaba en el exclusivo residencial Club Los Lagos, nos demandó a los miembros de la mesa de opinión de más tradición en el estado, alegando violencia de género, amenazándonos con utilizar sus influencias periodísticas para destruirnos.

Cosa que cumplió, al ser sacados de las páginas de El Sol de Hermosillo, un servidor junto a otros tres miembros de la Mesa Cancún, a pesar de que nuestros espacios editoriales, mantenían buen raiting, comparado con otros colaboradores que permanecen todavía en ese rotativo. En esto las casualidades no existen.

Amén de la incitación a violentarnos a través de las redes sociales con insultos y amenazas, utilizando cuentas troll, algo que se ha vuelto cotidiano de un tiempo a la fecha.

También está el ríspido episodio consignado en por el señor Marcelo Beyliss, en su gustada columna PLAZA ZARAGOZA, entre el periodista Martín Holguín y la Alcaldesa Célida López, que en uno de sus conocidos arranques de ira, le advirtió al titular del programa radiofónico El Bunker, que sus comentarios críticos a su gobierno tendrían consecuencias

El yugo de la censura y la violencia, acechan a la libertad de expresión en Sonora desde el nuevo poder político que se configura, esta situación no se debe tomar a la ligera, los espacios que a pulso se han ganado un lugar para expresar libremente la crítica, la reflexión política y social, de ninguna manera deben perderse o someterse, por más cuarta o quinta transformación que el poder político quiera enarbolar para cacaraquear en sus discursos.

Desde esta trinchera, envío mi solidaridad a mi compañero y mejor amigo, Arturo Chapo Soto ante esta embestida de quienes ahora detentan el poder, en su intento de acallar las voces y expresiones que nos dan conciencia como sociedad. Se equivocan si vamos a ceder un centímetro a nuestras libertades.

Podemos interactuar a través de mi cuenta de Twitter @feroropeza20  o en mi correo electrónico luiso@hmo.megared.net.mx

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