Los Bomberos, héroes de pie.-

1522
0

Los Bomberos, héroes de pie.- En Cajeme, ese noble y sólido grupo de salvamento fue creado hace 72 años.- Ramón M. Ochoa, Claudio Dabdoub, Francisco Obregón, J. Encarnación Chávez, Ernesto Forgach, José L. Guerra Aguiluz, algunos de sus fundadores.

Bernardo Elenes Habas

.Claudio Dabdoub Sicre, escritor, historiador, hombre de bien, quien heredó a la comunidad su espléndido libro de investigación y testimonios “Historia de El Valle del Yaqui”, fue quien tuvo la visión en 1948 de formalizar en Ciudad Obregón un Cuerpo de Bomberos.

Sin embargo, su anhelo no tuvo éxito por circunstancias técnicas y falta de operatividad en la adquisición de equipamiento para extinguir llamas, lo que generó divergencias entre los integrantes del primer organismo que se conoció como Club de Bomberos Voluntarios.

Fue al año siguiente, 1949, cuando Ramón M. Ochoa, retomó las gestiones de Dabdoub Sicre, formalizando tan importante institución el 4 de julio, contando con el apoyo de un sólido grupo de ciudadanos comprometidos con su comunidad, destacando Pedro Zaragoza Maytorena, Francisco Obregón Tapia, Claudio Dabdoub Sicre, Juan M. Hernández, J. Encarnación Chávez, Ernesto Forgach, Juan B. Dávila, José L. Guerra, Abelardo Sobarzo, Gerardo Valenzuela, doctor Regino Ibarra, Jorge Parada.

Narra Alfonso Mexía Díaz (hijo del Primer Cronista de Ciudad Obregón, Miguel Mexía Alvarado), en su libro “Cajeme, regreso a las raíces”, sobre la integración del grupo de salvamento en 1949 que: “El Club de Bomberos Voluntarios de Ciudad Obregón, A.C., adoptó este formato de organización debido a que el Gobierno del Estado había decidido cooperar con el 50 por ciento del valor de una máquina extintora, estableciendo como requisito para cumplir su ofrecimiento, que existiera un núcleo de individuos organizados.

“Sin embargo –continúa narrando Mexía Díaz- como suele suceder con demasiada frecuencia, tal ofrecimiento no pasó de ‘eso’ y en esas condiciones fueron sorprendidos por una de las mayores conflagraciones que haya ocurrido en esta ciudad. Fácil pudiéramos compararla con las de la Tienda Ley, V.H. y Burr que en los últimos años quedaron registradas como contingencias de gran relevancia. Pues bien, en aquellos años el fuego consumió las siguientes negociaciones: Botica Cajeme, La Fama, Zapatería El Segundo Cielo, el almacén del Banco del Pacífico, S. A., y varios consultorios y oficinas anexas.

“En el trance, poco o nada se pudo hacer, pues del total del personal con que se creía contar solamente tres o cuatro prestaron servicio de salvamento. Las hachas, piquetas y baldes eran empuñados en su totalidad por ‘particulares’ ajenos al organismo. Gran desazón experimentó el coordinador al sorprenderle una contingencia de esta naturaleza sin el elemento mecánico ni humano de qué echar mano. Quienes lucharon en aquella ocasión contra el fuego lo hicieron con una completa carencia de identificación y disciplina, sumada a la ignorancia absoluta de los más elementales métodos de extinción de incendios…”.

Grandes batallas contra el fuego, salvando vidas y bienes han enfrentado desde 1949 a la fecha, quienes son parte de un tejido social sensible de voluntades y vocación humana para servir.

Tareas que se han cumplido, lo mismo durante los lejanos días que se marcharon con los remolinos que se formaban en los llanos de la ciudad de hace 60 años, rescatando de las llamas viviendas, comercios, industrias, despepitadoras de algodón, vehículos, y entregando, también, cuerpos de personas lamentablemente fallecidas en canales de riego y otros espejos de agua a sus familiares, como lo hacen ahora sus elementos con disposición humana heredada, porque muchos de ellos son nietos e hijos de Bomberos.

Le saludo, lector.

Comentarios