Reconstruir el tejido de la paz.- Desde Cajeme, el gobernador Alfonso Durazo y el alcalde Javier Lamarque, sembraron la semilla de jornadas permanentes encaminadas a restaurar el tejido social lastimado, estrategia que deberá prevalecer en toda la entidad.
Bernardo Elenes Habas
El compromiso es profundo y claro.
Lo pactaron ante habitantes de Cajeme, desde la colonia Villa Bonita, el gobernador Alfonso Durazo y el alcalde Javier Lamarque. Ellos reafirman sus responsabilidades, le hablan de frente a los pobladores de un Municipio con el alma herida por la violencia, cuyo olor a pólvora y a sangre en las calles y en el sentimiento de las familias, es desesperación cotidiana…
El pasado sábado 29 de enero en dicho asentamiento humano, donde la barbarie recorre las calles con impunidad causando azoro y una sensación de abandono en sus habitantes, como también sucede en otras colonias y barrios de la ciudad, el Gobernador y el Alcalde, hablaron como padres de familia, como ciudadanos inmersos en el núcleo principal de toda comunidad, sintiendo la desesperación de hombres, mujeres, jóvenes, niños, que sueñan y quieren que las colonias, los parques, campos deportivos, escuelas, espacios de arte y cultura, les pertenezcan por completo. Que anhelan con vehemencia tener la certeza de poder salir a la calle, al trabajo, a estudiar, sin sobresaltos, dejando un beso en la puerta de sus casas con la seguridad de que regresarán…
Ahí, ante gente de sentimientos encontrados, de mujeres y niños que se estremecen con la sinfonía macabra de la muerte vomitando lumbre y plomo, desde la sombras de la noche, pero también a plena luz del día, el gobernador Durazo Montaño, selló su compromiso con las familias diciendo, al poner en marcha las Jornadas por la Paz:
“No está lejos el día en que cantemos victoria, en que nuestros hijos, nuestras hijas, nuestras familias puedan salir a la calle con la certeza de que van a regresar sanas y salvas, sin ningún problema, sin ningún incidente; ese es el objetivo de esta suma de esfuerzos, estoy seguro que la vamos a coronar exitosamente”.
Y el alcalde Lamarque Cano, habló de frente, alto y claro con los cajemenses, sabedor de que los tiempos marcan el camino de la unidad, de la participación responsable: “Sólo el trabajo articulado entre la población y las autoridades nos brindarán los resultados que esperamos y estar en condiciones de vivir de nuevo en armonía, dando lo mejor de cada quien para que la paz y la tranquilidad que tanto anhelamos sea una realidad en Cajeme. Por ello, hago una invitación a la ciudadanía para que se sume a esta noble labor que busca recatar lo mejor de cada generación”, dijo Javier, sembrando sus palabras, su compromiso en la conciencia ciudadana, la que abomina de la violencia, la que quiere paz, armonía y progreso compartido…
El programa de Jornadas Permanentes por la Paz, cuya semilla se sembró en las tierras fértiles del Valle del Yaqui, se repetirá en todas las comunidades de Sonora, buscando que la sociedad en su conjunto, los organismos ciudadanos, sindicatos, cámaras empresariales, sectores educativos, grupos culturales y deportivos, hombres y mujeres que aman a sus familias y a su comunidad, sean portadores de la bandera blanca de la paz, alentando a los tres niveles de Gobierno para que sumen su fuerza de estado, sus acciones de inteligencia, y fortalezcan el florecimiento de la paz, en las comunidades, colonias, barrios, donde nunca debió haberse perdido…
Le saludo, lector.
