Un equipo internacional de científicos dirigido la Universidad de Viena (Austria) ha descubierto un nuevo microbio intestinal que se alimenta exclusivamente de taurina, produce el maloliente gas sulfuro de hidrógeno pero protege contra patógenos como la ‘Salmonella’.
De este modo, los investigadores han aportado otro elemento fundamental para la comprensión de aquellos procesos microbianos que tienen efectos fascinantes en la salud. Esto también se aplica a ‘Taurinivorans muris’: la bacteria muestra una función protectora contra ‘Klebsiella’ y ‘Salmonella’, dos patógenos importantes.
El microbioma intestinal media en la salud de muchas maneras. Una de esas formas es contribuyendo a los niveles de sulfuro de hidrógeno, el gas tóxico responsable de los pedos malolientes. Tener pequeñas cantidades de sulfuro de hidrógeno en el intestino es algo bueno; de hecho, es esencial para una serie de procesos fisiológicos e incluso puede proteger contra patógenos. Los microbios productores de sulfuro de hidrógeno en el intestino pueden ayudar a “asfixiar” a los patógenos dependientes de oxígeno como ‘Klebsiella’, dificultando su colonización.
Sin embargo, niveles excesivos pueden tener consecuencias negativas y se han asociado con inflamación intestinal y daño al revestimiento intestinal. Descubrir los actores clave y los procesos que producen este gas nocivo en nuestro intestino es un primer paso fundamental en el camino hacia el desarrollo de intervenciones terapéuticas, por ejemplo, para la enfermedad inflamatoria intestinal.
La bacteria Bilophila wadsworthia es una de las usuarias de taurina más importantes en los seres humanos. En el estudio actual, investigadores dirigidos por Alexander Loy en CeMESS, el Centro de Microbiología y Ciencia de Sistemas Ambientales de la Universidad de Viena, descubrieron un nuevo género de bacterias productoras de sulfuro de hidrógeno en el intestino del ratón.
“La bacteria que describimos tiene una dieta bastante desequilibrada, (…) se especializa en consumir taurina”, señala Loy, quien ha publicado la investigación en ‘Nature Communications’. La taurina es un aminoácido semiesencial que sintetizamos en pequeñas cantidades en nuestro hígado. Sin embargo, la mayor parte de la taurina la se obtienen de la dieta, especialmente de la carne, los lácteos y los mariscos.
Al igual que el sulfuro de hidrógeno, la taurina está implicada en una mezcla heterogénea de procesos fisiológicos. Estudios recientes han encontrado un vínculo entre la taurina y un envejecimiento saludable; parece que este nutriente puede prevenir enfermedades relacionadas con la edad. “Al aislar el primer degradador de taurina en el intestino del ratón, estamos un paso más cerca de comprender cómo estos microbios intestinales median en la salud animal y humana”, explica Huimin Ye, uno de los autores principales del estudio.
Sin embargo, para acceder a suficiente taurina en el intestino, ‘Taurinivorans muris’ necesita la ayuda de otros microbios intestinales para liberarla de los ácidos biliares. Los ácidos biliares que contienen taurina se producen en el hígado y se liberan cada vez más en el intestino durante una dieta rica en grasas para ayudar a nuestro cuerpo a digerir las grasas. La actividad de las bacterias en el intestino influye a su vez en el metabolismo de los ácidos biliares en el hígado.
Por lo tanto, los resultados de los investigadores vieneses también contribuyen a una mejor comprensión de estas complejas interacciones en el metabolismo de los ácidos biliares, que influyen en los procesos y enfermedades de todo el cuerpo.
¿Por qué protege contra los patógenos?
Una de las funciones más importantes de los microbios simbióticos del intestino es defenderse de los patógenos. El microbioma tiene un arsenal versátil de mecanismos protectores, y la utilización de taurina para crear sulfuro de hidrógeno es uno de ellos. “El sulfuro de hidrógeno puede suprimir el metabolismo dependiente de oxígeno de algunos patógenos”, explica Ye.
En el presente estudio, los investigadores descubrieron que ‘Taurinivorans muris’ tiene un papel protector contra ‘Klebsiella’ y ‘Salmonella’, dos importantes patógenos intestinales. El mecanismo protector de ‘Taurinivorans muris’, la taurina es una de las fuentes más importantes de producción de sulfuro de hidrógeno en el intestino. El estudio genera así conocimientos básicos sobre las interacciones fisiológicas entre los diferentes microbios intestinales, y sus huéspedes, lo cual es necesario para desarrollar nuevas terapias basadas en microbiomas.
Fuente: infosalus.com