Día Cero, el gran reto para las megaciudades, señala estudio del IBD

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  • El Día Cero se refiere a un escenario futuro en el que no se podría abastecer la cantidad de agua que se requiere a toda la población de una ciudad.
  • Las principales megaciudades del mundo están llevando a cabo diversas acciones para atender o prevenir la crisis hídrica.

Mediante acciones que van desde la promoción de la cultura del agua y la inversión en proyectos de infraestructura, hasta medidas más drásticas de racionalización y multas por el desperdicio, las principales megaciudades del mundo buscan atender las crisis hídricas que impactan a millones de personas en todo el mundo y evitar así el llamado “Día Cero”, destaca un estudio de la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD).

La investigación titulada “Retos y estrategias de las megaciudades para evitar el Día Cero”, elaborada por Itzkuauhtli Benedicto Zamora Saenz, señala que todas las megaciudades comparten la problemática de la creciente demanda de agua; no obstante, son diferentes las características geográficas, las trayectorias históricas de desarrollo, así como los arreglos institucionales que tienen en el manejo del agua para encontrar una solución.

El estudio refiere que, en Tokio, se elaboró en 1973 un “Plan de Conservación de Agua”, con un horizonte a 30 años. Ese plan, entre otras cosas, ha permitido que sólo 2% del agua se desperdicie en fugas. En la actualidad se enfocan en garantizar el suministro cuando haya sismos y en el tratamiento avanzado de aguas residuales para su reúso.

El gobierno de Shanghái, por su parte, ha priorizado mejorar la calidad de las descargas a los cuerpos de agua superficial mediante una mayor infraestructura para el tratamiento de agua residual. Mientras que en Sâo Paulo, una de las medidas paliativas que han implementado en los últimos años consiste en racionamientos al suministro de agua, particularmente en el estiaje.

En la Ciudad de México, en el 2019 se puso en marcha el Programa Cosecha de lluvia mediante el cual se instalaron sistemas de captación de agua de lluvia en viviendas en zonas con escasez. Otras medidas han consistido en sectorizar la red hidráulica para reparar fugas y en implementar un programa de rehabilitación de pozos del Sistema Lerma y de algunos ubicados dentro de la propia ciudad.

La investigación del IBD concluye señalando que el “Día Cero”, más allá de una fecha que suscite alarma y preocupación, podría ser considerado como un llamado para acelerar el cambio hacia un modelo de sostenibilidad hídrica que pueda hacer efectivo el derecho humano al agua.

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