En una época antes de los videojuegos, las redes sociales y los dispositivos móviles, los niños se divertían al aire libre o con juegos sencillos que requerían creatividad y movimiento. Estas actividades no solo entretenían, sino que también fomentaban la convivencia, el trabajo en equipo y la imaginación. Aquí recordamos 10 juegos tradicionales que marcaron generaciones y que aún pueden disfrutarse:
1. La roña (o “las traes”)
Un clásico que consistía en correr para tocar a otro jugador y pasarle “la roña”. El juego fomentaba la agilidad y la estrategia para esquivar al “roñoso”. Era perfecto para liberar energía al aire libre.
2. Las escondidas
Este juego de sigilo y paciencia era ideal para grupos grandes. Un jugador contaba mientras los demás buscaban un lugar para esconderse. El objetivo: no ser descubierto antes de llegar a la base.
3. Piedra, papel o tijera
Un juego rápido que resolvía disputas o simplemente servía para pasar el rato. Cada gesto representaba un objeto y seguía reglas claras: piedra aplasta tijeras, tijeras cortan papel, papel envuelve piedra.
4. El avioncito
Con un simple dibujo en el piso, los niños lanzaban una piedra o ficha para avanzar por los números del avión saltando en un pie. Este juego desarrollaba el equilibrio y la coordinación.
5. Stop (o Basta)
Se jugaba con lápiz y papel. Un jugador decía una letra al azar, y los demás escribían palabras que iniciaran con esa letra en categorías como nombres, países o frutas. Ganaba quien tuviera más respuestas correctas.
6. Brincar la cuerda
Este juego podía ser individual o grupal. Mientras dos jugadores movían una cuerda, los demás saltaban al ritmo de canciones tradicionales como “Tiburón a la vista” o “Un dólar”.
7. El trompo
Este juguete de madera giraba al enrollarlo con una cuerda. Los jugadores competían por quién hacía girar el trompo por más tiempo o realizaba trucos.
8. Canicas
Con pequeñas esferas de vidrio, los jugadores trazaban un círculo en la tierra y trataban de sacar las canicas del contrincante golpeándolas con la suya.
9. Encantados
Similar a la roña, pero con una variante: cuando el jugador tocaba a alguien, lo “encantaba” y este debía quedarse inmóvil hasta ser liberado por otro compañero.
10. El juego de las sillas
Se colocaban sillas en un círculo, siempre una menos que el número de jugadores. Al ritmo de la música, los niños caminaban alrededor, y al detenerse la música, debían sentarse rápidamente. El que quedara sin silla, salía del juego.
Más que juegos, experiencias inolvidables
Estos juegos no solo representaban diversión, sino que también eran una forma de aprender valores como el compañerismo, la competencia sana y el respeto por las reglas. Aunque el tiempo y la tecnología han cambiado las formas de entretenimiento, siempre es posible revivir estas actividades con los más pequeños.
¿Te atreves a desempolvar estos juegos y enseñarles a las nuevas generaciones? ¡La diversión está garantizada!