
El comunicador fallecido hizo periodismo formal al lado de Sergio Ibarra Torres y José María Cerecer Sánchez, en la estructura de un informativo digital que cubría la noticia cotidiana, el editorial señero, la entrevista oportuna y la nota de color, porque el internet permite fusionar la actividad noticiosa para convertirla en un vehículo de inmediatez asombroso, ampliando la comunicación humana. Posteriormente daría vida a un nuevo soporte informativo al lado de la sobresaliente reportera Susy Arana, y teniendo el apoyo de su amigo Alfonso Mexía Díaz, reseñando crónicas del viejo Cajeme.
Bernardo Elenes Habas
Hombre de ideas y de convicciones arraigadas, con las que sabía debatir y convencer. Maestro ejemplar de muchas generaciones de adolescentes y jóvenes preparatorianos que pasaron por las aulas del Cobach Obregón, contando siempre con su guía. Abogado, locutor, periodista, filósofo, humorista. Crítico profundo que fundamentaba sus señalamientos en hechos y les agregaba el sustento del Derecho. Así era Jorge Luis Cuén Quintero.
Ayer, a los 72 años de edad, Jorge Luis murió, cerrando una página de búsqueda constante en el campo de la información a la que dedicó, como a su carrera magisterial, gran parte de su vida y sus esfuerzos, con el único propósito de servir.
Con la personificación de “Los Cheros”, al lado de José Ángel Tovar, su incursión en la radio les abrió a ambos un imborrable reconocimiento popular, porque el humorismo que practicaban llevaba la intencionalidad de la denuncia, la crítica, la propuesta, y esa participación calaba hondo entre las familias, los trabajadores del campo y la ciudad, ya que se veían reflejados en el hablar bronco de quienes llegaban a través de los aparatos receptores a sus hogares, la labranza, el taller, la construcción, las barcas pescadoras.
Jorge Luis hizo periodismo formal al lado de Sergio Ibarra Torres y José María Cerecer Sánchez, en la estructura de una plataforma digital que cubría la noticia cotidiana, el editorial señero, la entrevista oportuna y la nota de color, porque el internet permite fusionar el periodismo para convertirlo en un vehículo de inmediatez asombrosa, ampliando la comunicación humana. Posteriormente daría vida a un nuevo soporte informativo al lado de la sobresaliente reportera Susy Arana y teniendo el apoyo de su amigo Alfonso Mexía Díaz, reseñando crónicas históricas del viejo Cajeme.
Cumplió, Cuén Quintero, anhelos que albergaba desde sus tiempos de estudiante de Derecho en la Universidad de Sonora, de convertirse alguna vez en funcionario público, Ese propósito se volvió realidad durante la primera administración de Javier Lamarque Cano al frente de los destinos de Cajeme, 1997-2000, ocupando la Dirección de Seguridad Pública, con un positivo desempeño.
Guardo un magnífico recuerdo de Jorge Luis –el Indio Güero, solía decirle-, siempre respetuoso y solidario con el gremio del periodismo escrito y electrónico, donde supo ganarse a pulso un lugar especial, porque tenía conciencia de que los comunicadores somos, en cierta forma, servidores públicos, y sin haber alcanzado ese sitial por votos, sino por decisión y vocación profunda.
Descansa en paz, Amigo Jorge Luis Cuén Quintero.