
Busco en los ojos tristes de la gente del pueblo, destellos de un poema. Camino en los poblados, piso la tierra yerma, siento las manos ásperas de viejos campesinos reciclando su historia en el Valle dormido. Busco entre las mujeres, los jóvenes, los niños, los caminos del verso, pero las consonantes, adjetivos, metáforas, se niegan a volar porque sangran sus alas. Quiero arrojar palabras en la mitad sencilla de un surco ejidatario, esperando el prodigio de la luz y la espiga, pero los jornaleros, campesinos sin tierra, soñadores eternos de horizontes sin fin, me dicen que me espere, que la parcela duerme, que mañana, tal vez, vendrá el beso de Dios, para seguir viviendo…
Bernardo Elenes Habas
Alguien dice tu nombre
en el valle dormido,
entre la sierra agreste
donde murmura el río.
Alguien llora contigo
bajo la lluvia fría,
resquebrajando sueños.
Alguien canta contigo
si el viento perfumado
suelta su voz de niño,
si la espiga ilumina
los secretos senderos
de tu cuerpo, tu otoño…
Alguien está contigo
bebiendo tus palabras,
metiéndose en tu sangre,
soñando en navegar
el mar de tus anhelos…
Alguien está contigo,
aunque tú no lo sepas,
aunque tú no lo entiendas
y sólo lo presientas…
Alguien está contigo…
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